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Este blog tiene el propósito de compartir mis ideas que estoy segura son las de muchos. Escribo sobre lo que me enternece, lo que me intriga, lo que me indigna o lo que me divierte. No me impongo fechas límite -escribo cuando quiero. El lector también puede elegir -hay relatos mas extensos, otros mas cortos. Entre cuando quiera. Vivo orgullosa de quien soy, de donde vengo y hacia donde voy, aunque no sepa como llegar... La imagen que lo acompaña es El Laberinto, de la serie Mandalas de Procesos, de Thalía Cuadrado, psicóloga clínica y artista, que me honra con su amistad. Me pareció apropiado para acompañar este blog sin dirección, porque son muchas las veces que me he sentido en un laberinto. Afortunadamente, siempre salgo…

lunes, 30 de enero de 2023

Enmascarada

 


ENMASCARADA

Ayer fui a la farmacia y mientras esperaba mi turno para recoger una receta, se acercó una mujer sin mascarilla, con una bufanda.  Me preguntó –presumo que porque yo sí llevaba mascarilla, si en el recetario exigían el uso de la mascarilla.  Le contesté que a la entrada hay un rótulo que indicaba que el uso de ese artículo era necesario y no quise añadir que además del rótulo, hay una ilustración, por si la persona no se percata.  Me dijo que si acaso, se cubriría con la bufanda si le requerían el uso de la mascarilla.  No dije nada, pero al rato me hizo otro comentario y quise ser lo más diplomática posible, por lo que le dije pues yo me pongo la mascarilla por mí y por los demás, porque yo podría ser asintomática y contagiar a otra persona.  La mujer no dijo nada, pero yo me quedé incómoda con el diálogo que acababa de sostener.

No deja de sorprenderme hasta dónde llega esta actitud casi infantil de algún@s de no quererse poner la mascarilla.  Ni los artículos escritos por prominentes científicos, ni el aumento en la tasa de contagios y mortandad les conmina a usar este artículo para su propia protección.  Porque –a ver- a las farmacias y a los consultorios médicos van cientos de personas enfermas, por lo que la posibilidad de contagiarse de COVID, influenza o hasta de una monga rompehuesos aumenta.  Y ni siquiera entro en el issue de quienes no creen en la vacunación, porque esos son otros 20 pesos, pero caramba, si no nos ponemos la mascarilla porque pensamos que somos invencibles, pensemos en la posibilidad de ser asintomáticos –que seamos como Superman, pero que tengamos la posibilidad de contagiar a alguien con las defensas bajas –a ancianos o niños.

Yo estoy vacunada hasta el ñu, pero soy consciente que aun así podría contagiarme.  Por eso aumento mis precauciones en sitios de aglomeración, usando mascarilla.  No podría vivir con el sentido de culpa si por un capricho mío alguien más débil que yo enferma de gravedad o muere.  Desde que comenzó la pandemia no me ha dado ni un catarro.  Me sigo cuidando, porque esas son las recomendaciones de la comunidad científica.  Si usted no cree en eso y además cree en las teorías conspiracionales de que todo es un complot del gobierno en contubernio con las farmacéuticas, allá usted, pero guarde distancia.  Mientras tanto, yo seguiré usando mascarillas, preferiblemente en combinación, aunque no sean de diseñador como las de Wanda Vázquez.

30 de enero de 2023