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Este blog tiene el propósito de compartir mis ideas que estoy segura son las de muchos. Escribo sobre lo que me enternece, lo que me intriga, lo que me indigna o lo que me divierte. No me impongo fechas límite -escribo cuando quiero. El lector también puede elegir -hay relatos mas extensos, otros mas cortos. Entre cuando quiera. Vivo orgullosa de quien soy, de donde vengo y hacia donde voy, aunque no sepa como llegar... La imagen que lo acompaña es El Laberinto, de la serie Mandalas de Procesos, de Thalía Cuadrado, psicóloga clínica y artista, que me honra con su amistad. Me pareció apropiado para acompañar este blog sin dirección, porque son muchas las veces que me he sentido en un laberinto. Afortunadamente, siempre salgo…

sábado, 3 de septiembre de 2022

IRRI

 




IRRI, SAIDI, SAIFI, CAIDI

Esta mañana leí un reportaje sobre las gestiones que está haciendo el nuevo task forcé creado por LUMA para atender el descojón que tienen.  Esta nueva unidad está dirigida por una persona que trabajó en la AEE, sobre  quien ha salido a relucir que en su momento dirigió la juventud progresista; es decir que es de las del “corazón del rollo”.  La impresión que da es que el gobernador que tanta paciencia tuvo con LUMA empezó a perderla cuando vio el aluvión de críticas y anuncios de marchas que amenazan sus aspiraciones de seguir durmiendo en el palacio de Santa Catalina por otro cuatrienio.  Apretó el botón del pánico no porque sintiera que debía responderle a su pueblo, sino para proteger su pellejo político.

Pues las siglas del recién creado organismo  -IRRI- corresponden a Iniciativa de Reducción y Respuesta a Interrupciones.  Como muestra de la iniciativa indicaron que asignó unas 25 brigadas adicionales a las líneas de transmisión y otras 68 para el control de la vegetación.  Sorprende que hayan tenido esta iniciativa a más de un año de haber asumido el control de la red eléctrica y a más de dos años de haber entrado dizque a conocer –cobrando- el sistema.  No hace falta ser ingeniero eléctrico para en un recorrido darse cuenta de los enredos de cables y los matojos subiendo por ellos como trapecistas.  Aparte de eso, desde la soltá se veía que LUMA no tenía personal suficiente, que se lo querían ganar todo, sin invertir gran cosa.

El nuevo organismo utilizará varios métodos de medición que identifican como SAIDI, SAIFI y CAIDI, para conocer la duración de los apagones, su frecuencia y calcular el promedio de tiempo que pasamos los consumidores sin energía.  Sin ninguno de estos instrumentos de medición, l@s puertorriqueñ@s vivimos en carne propia que ha aumentado la frecuencia y duración de los apagones. Precisamente esta madrugada experimenté uno y parece ridículo que me alegré que duró solo una hora, porque tras los rayos y centellas que cayeron pensé que estaría no menos de 4 horas sin luz. Mientras escribía esto, se volvió a ir, aunque sólo por unos minutos.  En mi área en ocasiones se va la luz casi todos los días.  Es impredecible –da lo mismo si llueve o si hace sol.  Cada vez que meto un bizcocho al horno o prendo la computadora ruego que no se vaya la luz.  Y eso soy yo; no quiero pensar en los enfermos encamados conectados a máquinas indispensables para mantenerles con vida.  No hay derecho a vivir así.

Estas reflexiones sobre los desmanes de LUMA siguen a una gran desilusión que sufrí ayer.  Fui a Plaza las Américas para averiguar por qué mi tableta estaba lenta, pese a que me habían informado que habían efectuado un cambio en el plan.  Cargué con el aparato, con su calcomanía que denota mi amor por la UPR.  Me percaté que habían exhibiciones de diversas universidades y desde el segundo piso me asomé para ver si había presencia de la IUPI. Me dio trabajo identificar el mostrador, pero lo divisé y pensé pasar luego de hacer mi gestión y demostrar mi orgullo por mi Alma Máter. 

Me acerqué al deslucido mostrador, con unos colores vino apagado y azul grisáceo, que resultaban tan llamativos como el gris del carro to’s tenemos que conduzco. Había unas pantallas mostrando diversos aspectos de la UPR, que resultaba quizás lo más llamativo.  Al mando del área, 4 mujeres que hablaban entre sí. Me acerqué y dije hola.  Para el caso que me hicieron pude haber permanecido callada.  Siguieron hablando entre ellas, mientras yo permanecía allí preguntándome si me había convertido en invisible.  Tras unos segundos, exclamé ¡caramba! Una de ellas me miró.  Comenté que llevaba un rato allí sin que me hubieran dirigido la palabra y la que me miró me dijo un disculpe que no sonó muy convincente y se justificó diciendo que era que una de las compañeras se iba a almorzar.  ¿Y?

Le comenté que el mostrador se veía deslucido; que estaba acostumbrada a ver la referencia a la IUPI en rojo y ella me indicó que cada recinto tiene su color y el rojo es el de de Río Piedras. Decidí que era inútil discutir.  Porque para empezar, la UPR se fundó en Río Piedras y su emblema en rojo es quizás el más reconocido.  Aparte de ello, Plaza las Américas está en San Juan y presumo que la mayor parte de los que acuden a estas ferias tienen intereses en esta zona.  Y me parece estupendo que quieran reconocer la existencia de los otros recintos, pero  para la mayor parte de los puertorriqueños, la IUPI está representada por la emblemática torre en Río Piedras. Su ausencia en esta exhibición es imperdonable.  Ni me molesté en enseñarles mi tableta con la calcomanía de la IUPI.  Creo no hubiesen entendido.

No se me escapa que esta triste representación de la UPR es reflejo del nivel de deterioro al que ha sido sometida.  El lustre y prestigio de lo que se supone es nuestro principal centro docente se ha ido opacando, como sus edificios que lucen deteriorados. El desgaste de las instalaciones de energía eléctrica es similar al desgaste de las instalaciones de la UPR.  Y no se trata sólo de los edificios.  Se trata de currículos que no se revisan, de profesor@s que no se reclutan a tiempo completo, de la incapacidad de dar explicaciones coherentes.  Es innegable que hay una crisis presupuestaria, pero si hay que tomar decisiones dolorosas, éstas tienen que estar sustentadas en bases firmes. El último plan parece ser algo ideado por una mente dirigida a terminar con lo que quedaba de nuestro orgullo.  Reducir los requisitos de ingreso implicará tener una universidad que tendrá poco respeto.

No todo el mundo tiene que tener un grado universitario.  Hay miles de personas con carreras y oficios exitosos, que no tienen grados universitarios.  De hecho, cada vez me horroriza más ver personas con grados de maestría que no saben hilvanar un pensamiento coherente.  Hace tiempo que me duele la situación de mi Alma Máter. Salí de Plaza las Américas con un desánimo que iba más allá de simplemente estar decepcionada con una triste representación de la IUPI y de haber sido ignorada.  En el trayecto a mi próximo destino sintonicé WIPR radio y escuché el concierto para piano y orquesta núm. 2 de Rachmaninoff que tantas veces he disfrutado y se me instalaron las ganas de llorar.  Hice las gestiones que tenía planificadas, con la desazón enroscada en el alma.

El problema de la educación en Puerto Rico es mucho más complicado de lo que yo puedo abordar en este escrito.  De hecho, es más complicado que el desmadre que hay con nuestro sistema eléctrico, pero todo parte del mismo problema: falta de voluntad para proveer una solución que no podrá complacer a todo el mundo, pero que pueda al menos ser justificada de manera fehaciente.  Mientras tanto, estamos hasta la coronilla de lo que pueda haber SAIDi in English Mr. Stensby con su cara tan SAIFIa, mientras el país entero vuela en cantos, en una CAIDIa estrepitosa.  Estamos más que IRRItad@s, hart@s, inconformes, indignad@s –en fin, encabronad@s con tanta mentira, descaro e incompetencia. 

3 de septiembre de 2022