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Este blog tiene el propósito de compartir mis ideas que estoy segura son las de muchos. Escribo sobre lo que me enternece, lo que me intriga, lo que me indigna o lo que me divierte. No me impongo fechas límite -escribo cuando quiero. El lector también puede elegir -hay relatos mas extensos, otros mas cortos. Entre cuando quiera. Vivo orgullosa de quien soy, de donde vengo y hacia donde voy, aunque no sepa como llegar... La imagen que lo acompaña es El Laberinto, de la serie Mandalas de Procesos, de Thalía Cuadrado, psicóloga clínica y artista, que me honra con su amistad. Me pareció apropiado para acompañar este blog sin dirección, porque son muchas las veces que me he sentido en un laberinto. Afortunadamente, siempre salgo…

jueves, 31 de diciembre de 2020

MESA PARA UNA

 




MESA DE DESPEDIDA DE AÑO PARA UNA

No sé si por las restricciones impuestas por la pandemia o si ha sido un impulso natural, pero este año decidí que pasaría el 31 de diciembre sola.  Un amigo y su esposa me enviaron un regalo exquisito, de condimentos para salmón y carnes, un buen vino y un salmón ahumado.  Decidí que compraría un filete de salmón que aderezaría con uno de los condimentos y me bebería al menos parte de la botella de vino.  Poco a poco fui integrando elementos: mantel fino, copas delicadísimas y un atuendo elegante.  En el apartamento no habría más nadie-solo yo.

Nadie se lamente porque despediré el año sola. Me acompañan los recuerdos de buenos momentos y el agradecimiento de que tengo la capacidad de indignarme por las situaciones de muchos que no son tan afortunados como yo.  Este ha sido un año muy duro, pese a que algunos están en ese lugar que raya en la enajenación de pretender ver solo las cosas positivas, que las hay.  Una vez más, hemos demostrado que somos un pueblo solidario; que nos hemos ayudado unos a los otros a enfrentar las crisis de este año terrible: terremotos que dejaron a cientos sin hogar, incompetencia gubernamental para distribuir las ayudas, más incompetencia, mezclada con ambición desmedida de algunos en proveer las pruebas para detectar el virus del COVID.

Decisiones erráticas con respecto a los cierres de actividades comerciales y un caótico proceso de distribución de beneficios por desempleo fueron y siguen siendo la pesadilla de miles que quedaron sin empleo. Traspiés a tutiplén en un proceso electoral que hoy, al filo del nuevo año, aún no termina la fase de escrutinio. Otorgamiento de beneficios a personas de las altas esferas gubernamentales y nombramientos apresurados, sin una evaluación concienzuda han puesto un broche de latón –porque de oro no es- a este año caótico.

Y se preguntarán qué celebro.  Celebro que tengo amor –el que me han prodigado a través de los años familia, amistades y parejas.  Celebro haber nacido en esta tierra de gente capaz de compartir lo mucho y sobre todo, lo poco. Celebro la abundancia de mi mesa, que hoy está dispuesta para una, pero ha recibido amistades –ahora en número reducido- durante este tiempo y las volverá a recibir.  Celebro la conciencia de que hay otros menos afortunados y que hago mi parte para remediar en algo esa situación.  Celebro la esperanza de que mañana es una nueva oportunidad para mejorar nuestra realidad. Celebro el amor recibido, el brindado y el que vendrá.  Feliz Año Nuevo.

31 de diciembre de 2020


1 comentario:

  1. Celebro contigo Ana que estamos vivas y podemos disfutarnos. Te abrazo, Mari

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