A MIS AMIG@S
La
cosa está color de hormiga brava; se pusieron los huevos a peseta; se le
entorchó el rabo a la puerca o más recientemente, esto está cab… Yo no sé ustedes, pero hace tiempo que veo
eso que los americanos llaman the writing on the wall; es decir, que
algo se ve de lejos, como algo que está escrito en la pared. ¿Cómo es que la gente no escuchó cuando Trump
dijo que él podía dispararle a alguien en la acera y todavía votarían por él? ¿O como cuando dijo que le gustaría ser
dictador por un día? Y creyeron que él decía esto, pero que él en
realidad no lo haría. Fue electo y el
primer día disparó una serie de órdenes ejecutivas nefastas. El domingo pasado comenzó la operación
dirigida a deshacerse de inmigrantes dominicanos aquí en Puerto Rico, con la
excusa de que la operación iba dirigida a criminales. Que no -cualquiera con apariencia de
dominicano era interceptado y se le requería presentar evidencia de su
presencia legal en la isla.
La operación no era solo en Puerto
Rico; en varias ciudades de Estados Unidos, conocidas por ser habitadas por
latinos -mejicanos, salvadoreños, guatemaltecos, venezolanos, vamos, cualquiera
que hablara español se iniciaron estas expediciones de pesca. La excusa era que andaban en busca de
criminales, pero en la realidad era que andaban en busca de hacer una
limpieza. Y para l@s puertorriqueñ@s que
descansan en su ciudadanía americana, no se duerman en las pajas, que al menos
dos puertorriqueños -uno de ellos un militar, cayeron en la redada. ¿A cuántos de nosotr@s no nos ha pasado que
salimos y se nos quedó la cartera y no tenemos la identificación? Pues si a usted no le preocupa porque piensa
que eso le pasa a los indocumentados, sepa que le puede pasar a usted si está
en una ciudad de EU, hablando en español y un@ de es@s encantador@s trumpistas
le escucha. No va a ser bonito. Va a pasar un mal rato.
Aquí ya salió Francisco Domenech a
decir que se trataba de criminales que el gobierno estaba buscando y la mayoría
de nosotr@s lo mira con cara de unjú. En un escrito anterior aludí a la orden
ejecutiva de la gobernadora en la que ordenaba a l@s jefes de agencia a hacer
gestiones en pro de la estadidad, porque según ella, el pueblo avaló su
visión. Que también justificó las
acciones de Trump con respecto a l@s indocumentad@s, porque el pueblo americano
avaló la visión de Trump. Unjú. Que el montón de gente no se está dando
cuenta de lo que está pasando, pese a que está clarísimo. Cuando leí la orden ejecutiva sobre la
obligación de los jefes de agencia de hacer gestiones en pro de la estadidad me
vino a la mente el Instituto de Cultura.
Pues ya Rivera Schatz presentó un proyecto para que las funciones,
propiedad y empleados del Instituto pasen al Departamento de Desarrollo y
Comercio. Don Ricardo Alegría se debe
estar revolcando en la tumba. Y claro, sería
el secretario del DDEC el que iría a cabildear por la estadidad.
Hoy ocurrió un accidente aéreo en
el que un avión comercial chocó con un helicóptero militar en Washington. Trump citó a una conferencia de prensa para
hablar sobre el asunto y luego de hablar de la pena por las familias, trajo por
los pelos que el accidente probablemente se debía a que el accidente pudo haber
sido causado por las políticas de inclusión que obligan a emplear a personas
con problemas mentales y condiciones físicas que les impiden hacer su labor
como es debido. Por poco me da un bioco. Los acomodos razonables siempre exigen
que la persona con impedimento tiene que hacer las funciones esenciales
del puesto. No es lo mismo, para un
empleado de la Administración Federal de Aviación FAA por sus siglas en inglés,
hacer funciones de controlador aéreo que de conserje. Ese es uno de los conceptos más problemáticos
en el campo de recursos humanos.
Como directora de una oficina de
derechos civiles tuve que ofrecer mucha orientación a jefes de oficina y
supervisores sobre lo que implica el acomodo razonable. Jamás implica tener en un puesto a una
persona que no tiene las destrezas para ejercer las funciones esenciales del
puesto. De hecho, como Donald Trump no
tiene un impedimento certificado ni lo ha pedido, no procede que se le conceda
un acomodo razonable, pero ciertamente pongo en duda su capacidad para ejercer
las funciones del puesto que ocupa, que es de una complejidad
superlativa. Trump no pierde oportunidad
para echarle la culpa a los sectores más desventajados de las calamidades del
país -el suyo y el de nosotros.
Y aquí, Jenniffer y su séquito le
rinden pleitesía. Están en animus
complacendi con esto de las personas con estatus migratorio indefinido,
aparte de un afán irrisorio en perseguir la estadidad que Trump jamás nos
concedería. Para mí, las cosas están más
que claras. Es cuestión de hacer como cuando
niñ@s en aquél juego con una página en la que sólo se veían unos puntos. Al conectar los puntos, se veía una
imagen. Nos toca conectar los puntos,
pero para conectarlos, tenemos que mirar la página. Una vez la vemos, tenemos una obligación
moral de al menos hacer algo para que otr@s vean lo mismo que vemos
nosotr@s. Tengo varias amistades que a
veces me comentan que les ha gustado mucho algo que escribí, pero no lo indican
en la página, ni lo comparten. Los
tiempos están para hacer algo. Si le
gustó lo que he denunciado o lo que han denunciado otr@s tal vez con más
elocuencia que yo, no tiene que hacer una denuncia, pero al menos comparta,
porque lo que está pasando es serio. Nos
va la vida.
30 de enero de 2025
Comparto totalmente tu inquietud y coraje ,
ResponderEliminarY yo también
ResponderEliminarNereida Serrano: Todo esto es una locura. Cada día es algo nuevo y cada vez más repugnante o mas doloroso.
ResponderEliminarComo decía mi querido Mario (QEPD) "Povero Puerto Rico"
ResponderEliminarMuy de acuerdo con tu escrito, y muy doloroso lo que está pasando. Lo voy a compartir.
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