REYES Y TRADICIÓN
Este año no me animé a decorar para
Navidad– tan solo puse un tríptico de la Virgen que me regaló una amiga y
anoche saqué la talla de los tres Santos Reyes que permanece en el curio y
que solo saco en anticipo a la festividad más tradicional de nuestra patria –
el Día de Reyes. En mi casa se celebraba
el día de Navidad y Santa Claus me traía regalos, usualmente más
abundantes en cantidad y de acuerdo con mis peticiones. Los regalos de los Reyes eran más
sencillos. Sospecho que esto se debía al
deseo de mi papá de darme los mejores regalos pronto -aquéllos que había pedido
con mucha ilusión. Sin embargo, guardo
el recuerdo de mirar debajo de la cama para buscar el regalo de los Reyes, que
estaba más accesible que el de Santa, que había que buscarlo debajo del árbol.
El hecho de que los regalos de los
Reyes fuesen más sencillos resulta acorde con la tradición popular, de unos
Reyes que llegaban a hogares modestos, con pocas posibilidades de obtener
regalos de mayor valor monetario. Esos
regalos de poco valor monetario, sin embargo, no deslucían ante los niños y
niñas que quedaban hipnotizados por la magia de tres magos que llegaban desde
lejos, montados en sus camellos, ninguno de los cuales tenía posibilidades de
entrar a una humilde casa de madera. Esa
tradición se ha mantenido fuerte, pese a la comercialización excesiva y el
bombardeo de anuncios del simpático pero foráneo Santa. Por alguna razón, nos sentimos más vinculad@s
a esos Reyes, que en un giro interesante nuestros artesanos figuran montados en
caballos y no camellos.
Hoy sale publicado un artículo
sobre la situación difícil que enfrentan nuestros artesanos y artesanas, debido
a los altos costos de la materia prima para confeccionar sus piezas. En el reportaje uno de ellos alude a los
clientes que sin consideración a las horas de trabajo, los someten a esta
censurable actividad del regateo, la cual ciertamente no hacen en Marshall’s o
Costco, para comprar algo producido en masa -objetos sin alma, sin que una persona
les haya tomado en sus manos y con cuidado dibujado, tallado o formado. Tengo artesanías y piezas de arte de diversos
precios -por ninguna osé regatear. El
valor de cada pieza va más allá de cuánto haya pagado por ella. La última
adquisición fue un coquisito tejido que es la cosa más mona que he visto en
mucho tiempo.
La artesana que lo hizo tenía
varias piezas muy novedosas – vaquitas, gallinitas, mantarrayas, tortugas,
¡hasta aguavivas! Compré un coquí un
poco más grande con una pavita para un amigo, pero me enfoqué en este que es más
pequeño. Pregunté si lo tenía en color
natural, porque los que había en la mesa eran más oscuros, pero para mi
sorpresa me ofreció hacerlo en ese momento.
Calculó que se tardaría como 30 minutos, así que decidí seguir viendo
otras mesas y regresar luego. Ni
siquiera le pregunté el precio. Regresé
más tarde, pero todavía el parto del coquisito estaba en proceso. Yo había sacado la mañana para ir a esa feria
de artesanías en el Viejo San Juan porque en la medida que puedo, me gusta
regalar artículos artesanales hechos por manos puertorriqueñas, así que me
dediqué a visitar otras mesas.
Una de las cosas que más disfruto
es hablar con l@s artesan@s, quienes se alegran de que nos detengamos a
preguntar sobre sus trabajos o simplemente admirarlos. Como me gusta ir a estas ferias, suelo
identificar l@s artesan@s a quienes les he comprado antes y me encanta ver sus
caras cuando saben que tengo otras piezas de su hechura. Luego de un rato, regresé a la mesa de Annie[i],
que así se llama la artesana y vi mi nueva criaturita, símbolo de nuestro apego
al terruño. El precio resultó ser más
que razonable y saber que lo hizo el mismo día, en el color que quería le añade
al encanto de la pieza, que me enternece cada vez que la veo. Hoy, Día de Reyes, disfruto de mi talla de
los Reyes que he tenido por tantos años y del coquisito que simboliza todo lo
auténtico y tierno que nos habita.
Espero que siempre les acompañe el espíritu de los Reyes y nuestro
coquí.
¡Feliz
Día de Reyes!
6
de enero de 2025
No hay comentarios:
Publicar un comentario