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Este blog tiene el propósito de compartir mis ideas que estoy segura son las de muchos. Escribo sobre lo que me enternece, lo que me intriga, lo que me indigna o lo que me divierte. No me impongo fechas límite -escribo cuando quiero. El lector también puede elegir -hay relatos mas extensos, otros mas cortos. Entre cuando quiera. Vivo orgullosa de quien soy, de donde vengo y hacia donde voy, aunque no sepa como llegar... La imagen que lo acompaña es El Laberinto, de la serie Mandalas de Procesos, de Thalía Cuadrado, psicóloga clínica y artista, que me honra con su amistad. Me pareció apropiado para acompañar este blog sin dirección, porque son muchas las veces que me he sentido en un laberinto. Afortunadamente, siempre salgo…

sábado, 18 de enero de 2025

DEL CONEJO, LA PARGUERA, ELIEZER Y LAS CONTRADICCIONES

 






DEL CONEJO, LA PARGUERA, ELIEZER Y LAS CONTRADICCIONES

Pisciana como soy, no me cabe duda de la dualidad que nos habita.  En mí hay un lado organizado, que le gusta ponerle fecha a las cosas, porque si no, se quedan sin hacer, pero al mismo tiempo tengo un revolú de papeles en varios lugares, que desmiente eso de que yo pueda ser organizada.  Pese a que no le temo a dirigirme a una audiencia de cientos de personas y me muestro segura de mi misma, no tengo la misma seguridad en reuniones sociales que me obliguen a sostener una conversación con desconocidos.  Soy muy consciente de que la valía del ser humano no tiene que ver con su apariencia; suelo estimular a amigas a no ser tan críticas de sí mismas, mientras en distintas etapas de mi vida me he recriminado por estar sobrepeso, verme deslucida, perder la apariencia juvenil e incluso pasar desapercibida, como si fuera transparente.  Nada más lejano a una persona segura.

Y podría seguir enumerando las contradicciones que me habitan, como habitan a la mayoría de los seres humanos.  En estos precisos momentos históricos, vivimos una contradicción política, como la viven los Estados Unidos, tras seleccionar líderes que no necesariamente reflejan el ideal de un(a) gobernante.  Y me limitaré a nuestra querida isla, porque me causa demasiado desasosiego incluir el horror de lo que se avecina con la juramentación de ese ser que, si algo ha sido, es consistente en su desprecio hacia los demás.  Dicho sea de paso, resulta una suprema ironía que la juramentación sea precisamente el día designado para honrar la memoria del Doctor Martin Luther King, máximo exponente de la lucha por los derechos civiles.  Y acá, ya juramentó Jenniffer González, quien sabemos enfrentaba a través de sus suegros una querella por la ampliación de una caseta, casucha, casita o como le quieran llamar en el área de mangle en La Parguera.

La forma en que se desarrollaron los sucesos es muy ilustrativa de su carácter, por si todavía había dudas.  La gobernadora designó a un tal Waldemar Quiles, hijo, a dirigir el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).  Algún periodista le preguntó qué pasaría con la querella contra sus suegros y ella contestó algo así como que la querella seguiría el curso necesario, pero que no tenía dudas de que no prosperaría por ser políticamente motivada.  Es algo así como que le preguntaran al juez administrador por un caso criminal ante uno de los jueces y éste contestara que el caso terminaría con la convicción del acusado por ser un pillo.  ¿Dónde quedó la abstención, el decoro, vamos, el guardar la forma?  Al día siguiente de la designación del individuo con cara de tonto mayor, por no decir la palabra que me vino a la mente, nos enteramos que el día de su designación, como si no hubiera un asunto más importante en el departamento, el susodicho emitió la Orden Administrativa 2025-01.  Allí se disponía para el cobro de algún tipo de arancel a los ocupantes de casetas en La Parguera y al final, como quien no quiere la cosa, ordenaba el archivo de las querellas contra quienes estuviesen ocupando los espacios y por supuesto, ahí caía la famosa caseta de los suegros.

El tipo no hizo más que llegar, ni siquiera sabía dónde estaba el baño en su oficina y ya había firmado una orden que le salvaba el pellejo a los suegros de su jefa.  Entrevistado después, alegó que ya esa orden estaba redactada cuando él llegó.  ¿Y?  Evidentemente ningún jefe de agencia se sienta a redactar órdenes.  Esos documentos son redactados por abogados de la agencia y se remiten para la firma del secretario, en caso de que esté de acuerdo.  Nunca he sabido de secretario alguno a quien le hayan puesto un puñal para firmar una orden o resolución.  Yo misma trabajé en el DRNA y tuve que redactar documentos para la firma del secretario.  Recuerdo una ocasión en que redacté una resolución tras una vista administrativa y el secretario no la firmó.  Algunos compañeros me preguntaron si no estaba molesta y respondí que no, porque yo había hecho mi trabajo.  Firmar o no una resolución es prerrogativa del secretario.

En esto de los aspectos legales puede haber conclusiones de derecho distintas para unos mismos hechos.  De eso viven los abogados y no hay nada incorrecto per se en ello.  En lo que hay algo mal es en ajustar el derecho para favorecer inmerecidamente a una parte.  Resulta anti ético que la gobernadora hubiese enviado un mensaje directo al secretario de que la querella no prosperaría.  Y eso es lo que vemos.  Sabrá Dios cuantas directrices se imparten en privado y sin que nos enteremos. El DRNA, departamento con la misión de velar por nuestros recursos naturales, está en manos de alguien que no ha sido capaz de hacer un análisis concienzudo de un documento sometido para su firma.  Con esa actitud, no me extrañaría que si sobrevive -espero que no- apoye la propuesta sometida por el presidente de la Cámara de Representantes para redefinir la zona marítimo-terrestre.

Las señales que está dando este gobierno desde tan temprano son preocupantes. La prisa para atender asuntos relacionados con el ambiente no parece anclada en análisis riguroso, sino en favorecer determinados sectores.  El caso de Rincón, en el que Eliezer Molina alcanzó notoriedad, es ilustrativo de esto.  Es como si el gobierno PNP, ahora bajo el mando de Jenniffer en lugar de Pierluisi -el mismo dulce con distinto palito- estuviese empeñado en asegurar que nuestras costas estén en manos de los que pueden pagar por la vista al mar para unos pocos en lugar del disfrute de todos los ciudadanos y criaturas marinas. El surgimiento del fenómeno Eliezer es una muestra más de estas contradicciones humanas.  Nunca he simpatizado con Eliezer -me parece bocón, irrespetuoso y dado al protagonismo.  Pero eso no me impide ver que sus señalamientos van dirigidos a hurgar y sacar a la luz los actos corruptos de unos pocos con poder que nos impiden el disfrute de aquello a lo que todos tenemos derecho.

Durante su primer día en la legislatura se comportó con decoro, pero ya el otro día volvió a mostrar ese lado histriónico que tanto le gusta, cuando la mayoría en la Cámara aprobó una resolución concurrente -la primera en su gestión, para exigirle al Congreso la admisión de Puerto Rico como estado, en otro acto impulsivo que demuestra dónde están las prioridades del PNP.  En su afán de querer la estadidad pierden de vista las vicisitudes de este pueblo que necesita esfuerzos inmediatos para detener la migración, lograr estabilidad energética y hacer frente a la ola criminal y el trasiego de drogas. Eliezer, fiel a su estilo sarcástico, manifestó que le votaba a favor a la medida “a ver si nieva”.  Puedo entender que alguien vote a favor de la medida para demostrar que el gobierno de Estados Unidos la ignorará en el mejor de los casos y en el peor, se burlará de la misma al estilo del que está próximo a juramentar y que fue capaz de ofrecerle a Canadá ser estado o dio señales de querer invadir Groenlandia, en un claro acto de desprecio a países soberanos o bajo la jurisdicción de otra nación.

Lo que no logro entender es por qué Eliezer sigue en ese camino del cinismo y el protagonismo de show de escándalos, en lugar de asumir un rol que le gane más adeptos y puedan ver sus causas de manera objetiva.  Quienes buscan el favor del pueblo deben utilizar medios efectivos para sumar, no restar e incluso lograr que la causa, en lugar de quien la impulsa, sea la protagonista.   Lo cual me lleva al fenómeno de Bad Bunny, personaje con el cual no simpatizo, pero que debo reconocer que ha iniciado un camino de contribuir al despertar de conciencia del país, primero señalando la corrupción en el PNP y luego, con su último disco, alertando sobre los peligros del desplazamiento y la necesidad de reafirmar nuestra cultura.  He sido crítica de las letras de sus canciones, llenas de lenguaje soez, pero peor aún, en ocasiones violentas y peyorativas hacia la mujer.  No creo en opinar sin saber de lo que hablo, así que me di a la tarea de escuchar las canciones del nuevo disco.  En su mayoría están llenas de nostalgia hacia nuestros pueblos y aprecio por nuestros ritmos -bomba, plena hasta boleros de tríos. Me parece positivo y hasta disfruté de algunas canciones.

Claro está, no faltan las letras vulgares y con alusiones a los actos sexuales de la manera más gráfica que me disgustan -sigo pensando que hay actos que deben permanecer en la intimidad.  Se ha creado todo un furor con este disco y ha sido tema de conversación de estos días, junto con el caso de las demandas corporativas de Daddy Yankkee y su esposa, que no veo por qué tienen que ocupar tanta prominencia en los noticiarios, junto con las Fiestas de la calle San Sebastián.  Y mientras much@s se entretienen con todo esto, allá en la legislatura y en Fortaleza siguen urdiendo tramas para finalizar el banquete total.  Bad Bunny hace sus válidos pronunciamientos, mientras en su presentación en Rio Piedras interpretó la canción Chambea, toda una joya en torno a la violencia y a tratar a la mujer como un objeto más.  Alguien comentaba el otro día que las letras de las canciones de Bad Bunny no eran machistas.  Pues no sé cómo llamarle a quien en este último disco se refiere a una mujer, como que es la número 561 en su vida, o a quien en el anterior aludió a que tenía un yate con 200 cueros.

Nos toca a tod@s estar en alerta -a separar y apreciar lo bueno que puedan decir Bad Bunny y Eliezer sin caer en hacerlos santos por sus buenos actos, incapaces de mirar sus grandes contradicciones.  Procede que no nos entretengamos en el espectáculo mientras los desmanes de una gobernadora y legislatura borrachas de poder se despachan con la cuchara grande.  Nos toca parar las orejas y estar atent@s. El país está en juego.

18 de enero de 2025


1 comentario:

  1. Comparto mucho de tu escrito, hay algo de exageración en el referente a Eliezer Molina y a Bad Bunny, yo voté por Eliezer Molina y me siento orgulloso de ello , ese hombre con sus luces y sus sombras está haciendo lo el PPD , el PIP , Proyecto Dignidad y el mismo PNP no hicieron y jamas haran al igual que Bad Bunny ese muchacho está haciendo más que el mentado DMO y la Compañía de Turismo de aquí, si , pueden mejorar en algunos aspectos pero no seamos ingenuos, los partidos antes mencionados han hecho lo imposible para que Eliezer no llegara , han demonizado a Bad Bunny, pero están ahí , han despertado la consciencia de este país para defender nuestra patria, tendrán algún defecto pero su grandeza está en su trabajo y su trayectoria, lo demás para mi no importa, Ramón Toro Dominicci

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