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Este blog tiene el propósito de compartir mis ideas que estoy segura son las de muchos. Escribo sobre lo que me enternece, lo que me intriga, lo que me indigna o lo que me divierte. No me impongo fechas límite -escribo cuando quiero. El lector también puede elegir -hay relatos mas extensos, otros mas cortos. Entre cuando quiera. Vivo orgullosa de quien soy, de donde vengo y hacia donde voy, aunque no sepa como llegar... La imagen que lo acompaña es El Laberinto, de la serie Mandalas de Procesos, de Thalía Cuadrado, psicóloga clínica y artista, que me honra con su amistad. Me pareció apropiado para acompañar este blog sin dirección, porque son muchas las veces que me he sentido en un laberinto. Afortunadamente, siempre salgo…

martes, 4 de agosto de 2020

Quiero entender








QUIERO ENTENDER

Para los que ya me han escuchado hablar sobre  Bad Bunny, queden advertidos –vuelvo a abordar el tema. Creo que más allá de una crítica, me intriga saber qué provoca que este joven haya logrado tanto éxito con unas letras tan ofensivas y violentas.  Sí, ya sé que los tiempos cambian y que en un momento la lambada se consideraba un escándalo y ni hablar del perreo. Honestamente, creo que hay un lugar para todo y si dos personas quieren frotarse lujuriosamente en medio de una fiesta desenfrenada, santo y bueno – bueno, no tan santo. Lo mismo ocurre con lo que dos –o más- personas con capacidad y disposición de consentir quieran hacer en la intimidad con cualquier orificio de su cuerpo, instrumento o juegos. Me tiene sin cuidado. Sin embargo, el contenido de las letras de estas canciones me resulta preocupante, en particular porque ya no se trata de algo que se escucha en grupos cerrados, sino que se difunde a todo el mundo, queramos o no escuchar.

Soy consciente que un grupo de la población critica la música sólo porque le parece ofensiva por las “malas” palabras, o son personas aferradas a un género particular.  En mi caso, creo que una palabra con ñ bien puesta, cuando la situación lo manda, no tiene precio.  Ejemplo de ello es la canción Días y Flores, de Silvio Rodríguez.  Cuando me siento indignada, busco esa canción y la canto varias veces – cosa que he hecho este año.  Esa ñ bien puesta es como un desnudo en una película.  Si se abusa del recurso se convierte en pornografía.  Lo mismo ocurre con ciertas palabras en las canciones del género trap.  En varias de las letras hay una feroz competencia entre la palabra cu… y la palabra cab…, sin contar las veces en que a una mujer se le denomina pu.., como la cosa más normal del mundo.  Y ni hablar de la violencia.

El último disco de Bad Bunny se llama YHLQMDLG.  Sí, sí, así mismo.  El día que lanzaron la publicidad utilizaron un efecto súper novedoso, que parecía como que un balazo había roto el papel en varias páginas del periódico.  Me pareció muy original, pero me disgustó que en uno o dos artículos no se podía ver parte del texto, porque el arte interfería con el artículo.  Escribí al periódico, se disculparon y dijeron que referirían el asunto a no sé qué departamento.  Poderoso caballero Don Dinero –imagino que lo que pagó la producción de Bad Bunny opacó cualquier queja que haya podido tener una suscriptora.  Tal vez hasta me tildaron de vieja maniática.
Una de las letras de esta producción corresponde a una canción que se llama P FKN R y dice en parte:
Yo soy de P fuckin’ R
Donde yo crecí la vida no vale na’
So, mejor que no te aferre
También tengo un pana que te mete
Y no le teme a que la policía lo encierre
Este es Puerto Rico, lugar de respeto

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Que vivan los guerreros de Barrio Obrero
Donde hay callejones llenos de crackeros
Llegaron los kilos del extranjero
Y ya se acabó el polvo pa’ los periqueros
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Yo soy de P fuckin R
Los maleantes con la R
Mejor que la boca cierre
Ante que los míos te entierren

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Así, como una oda a ser guapos de barrio, que dominan el punto y liquidan a sus rivales.  Y no hay nada en la canción que tenga lo que le llaman “socially redeeming value”. Con el tema de las mujeres, el lenguaje es sumamente gráfico, con las palabras completas, sin un dejo de pudor.  Es una colección de cu…, de te…, de bi…Como dice una estrofa, Orientando a la generación nueva con la verdadera. Bellaq… a lo galactic, más pu…que Betty Boop…  Y lo más inquietante son los vídeos, que muestran niños – de 10, 12 años -  como la gran cosa, tomando un carro que han rociado con pintura en aerosol, haciendo destrozos en un negocio.

Y de veras quiero entender qué es lo que estos jóvenes – y no tan jóvenes - quieren decir.  Es evidente que es un reto a la autoridad, a la hipocresía, pero ¿para qué? ¿A dónde se va con eso?  Puedo entender que se utilicen palabras que much@s no utilizarían en público, pero sí en un entorno íntimo, pero sigo sin entender a dónde se va con eso.  Peor aún, las letras presentan el uso y venta de drogas, el trato ofensivo a las mujeres y la violencia, como si fuera lo más normal del mundo.  Y para alguna gente sí lo es.

Soy consciente de que la sociedad que refleja Bad Bunny existe.  La pregunta es si eso es lo que queremos.  El nombre de ese disco que menciono son las primeras letras de Yo Hago Lo Que Me Da La Gana. Pues yo también.  Y a mí me da la gana de no quedarme callada.  Yo no quiero que a los puertorriqueños se nos pinte como traficantes de drogas dispuestos a matar a los rivales.  No me da la gana de que se les llame a las mujeres pu…como si les dijeran que linda eres. No me da la gana de permanecer indiferente ante un modelo distorsionado para nuestros niños.  ¿Cómo les vamos a enseñar respeto, el valor del trabajo honesto, la dignidad de cada ser humano, si hay un tipo pintando las bondades de todo lo contrario que se hace millonario?

Me considero una persona de mente abierta.  Disfruto de varios géneros musicales, incluyendo algún reguetón –trap ninguno.  No se trata de censurar canciones que puedan ser algo risqué. Me inquieta lo que veo por ser un culto a lo negativo.  Me importa un bledo que Bad Bunny contribuya a causas nobles –los dueños del punto en el caserío también lo hacen y eso no quiere decir que yo tenga que aceptar su negocio ilegal, que le ha costado vidas y sufrimiento a miles de familias. Me importa un pito que Bad Bunny haya contribuido a sacar a Ricky de Fortaleza.  Me parece una soberana hipocresía que haya denunciado la insensibilidad de ese gobierno y al mismo tiempo demuestre que le importa más su estrellato que la influencia negativa que tiene sobre nuestros jóvenes.

De verdad quiero entender este fenómeno, que es algo así como lo que sucede con Donald Trump, quien a pesar de sus desmanes, todavía tiene miles de seguidores que lo defienden a brazo partido.  ¿Qué es lo que hace aceptable las canciones de Bad Bunny para un número tan asombroso de personas?  Si alguien sabe, por favor, me lo explica.

4 de agosto de 2020

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