SORPRENDIDA
Hace un
tiempo pensé que tras la cadena impresionante de errores, metidas de pata,
embustes, insensibilidad, incompetencia, negligencia y otras calamidades
demostradas durante este cuatrienio infame, ya nada me sorprendía. Me equivoqué.
Juro que no lo vuelvo a decir, porque la capacidad de esta
administración –que incluye a Jennifer González aunque ella se quiera auto
excluir- para sorprendernos es, como dice una campaña de teléfonos celulares –i-li-mi-ta-da. Comenzó con la respuesta a los huracanes Irma
y María y desde ahí no ha cesado. No es
necesario enumerar los desaciertos, que ya estamos lo suficientemente
deprimid@s como para rememorarlos.
El
episodio más reciente, en el que le cae su agüita al presidente del PPD y su
comisionado electoral, es de una magnitud insospechada. Ahora vemos cómo lo que se advertía ante la
aprobación de un nuevo código electoral a tan sólo semanas del evento
primarista, tomó un giro de espanto ante la total incompetencia del novato
presidente de la Comisión Estatal de Elecciones. Si yo fuera ese señor me buscaba un trabajo
en un lugar donde nadie me identificara, porque tiene que ser horrible ser
reconocido no por sus logros, sino por ser la ilustración viva de lo que
significa ser inepto según nuestro entender y el de la Real Academia Española: 1. No apto ni a propósito para algo; 2.
Necio o incapaz.
Yo me
imagino a los jueces del Tribunal Supremo, donde el inepto –ya hasta se me
olvida el nombre, pero saben de quien hablo- trabajó como oficial jurídico de
dos de sus jueces y secretario de dicho tribunal. Se preguntarán si no vieron las señales de la bomba de tiempo que este ser llevaba en
sí. Cabe recordar que hay gente con
preparaciones académicas impecables, pero que para ciertos puestos, la
experiencia, la madurez, la inteligencia emocional y la capacidad de formar
equipo son elementos indispensables. El
inepto no tenía ninguna de esas cualidades esenciales. Le encomendaron uno de los pilares de nuestra
democracia, cruzando los dedos de que resultara. Pues no. Falló y de qué manera. En el proceso se lleva enredá’ lo poco de fe que nos quedaba en nuestras
instituciones. Esto no es poca cosa.
Me
sorprendí porque yo todavía creo en la posibilidad de crear un mundo
mejor. Todavía me aferro al tenue hilito
de la esperanza. Espero que en noviembre
este pueblo sorprenda a todas las instituciones que le han fallado. Es innegable que los dos partidos principales
son parte de quienes han fallado, salvando las diferencias, porque claro está,
el PNP rompió el récord. Nos toca a tod@s hacer un análisis concienzudo de cada
candidat@ a puestos electivos, sea del
partido que sea. Quiero ser sorprendida,
pero esta vez, con sorpresas agradables.
14 de
agosto de 2020
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