CABALLITO DE MAR
Hoy Día de
los Padres, he tenido muy en mente al mío y desde muy temprano he vislumbrado
la imagen del caballito de mar, tal vez porque aparece en un jarrón con relieve marino que coloqué en la mesa
ayer. Me llaman mucho la atención estas
criaturas, porque me atrae todo lo relativo al mar, como buena pisciana, pero
lo que más me enternece es saber que son ellos quienes cargan los huevos que
coloca la madre en una especie de bolso y los cuidan hasta que nacen. Luego de nacer, cuando son muy chiquititos,
algunos regresan a este bolso en busca de protección. Los caballitos de mar son criaturas fuera de
lo común en muchos sentidos.
Hay
hombres rudos, ordinarios, groseros. Mi
papá no era uno de esos.
Hay
hombres con habilidades para reparar cualquier cosa. Mi papá no era uno de
esos.
Hay
hombres que cambian gomas, aceites e instalan piezas a los carros. Mi papá no
era uno de esos.
Hay
hombres que no saben recibir amor, ni transmitirlo, aunque lo sientan. Mi papá
no era uno de esos.
Hay hombres
que no tienen habilidad para escoger el regalo apropiado para alguien
querido. Mi papá no era uno de esos.
Hay
hombres enajenados, que sólo ven el mundo inmediato que les rodea. Mi papá no era uno de esos.
Hay
hombres tacaños, que no quieren gastar más allá de lo estrictamente necesario,
aunque tengan la capacidad de hacerlo.
Mi papá no era uno de esos.
Hay
hombres que se conforman con lo que saben y no se ocupan de seguir aprendiendo.
Mi papá no era uno de esos.
Hay
hombres que añoran que su primer retoño sea varón. Mi papá no era uno de esos.
Hay
hombres que están prestos a señalar defectos, pero se cohíben de prodigar
elogios. Mi papá no era uno de esos.
Hay
hombres que sólo ven a sus hijos por un ratito, aunque tengan más tiempo para
dedicarles. Mi papá no era uno de esos.
Hay
hombres que ven su rol estrictamente como un proveedor. Mi papá no era uno de esos.
Afortunadamente,
Hay
hombres tiernos, sensibles, amorosos. Mi
papá era uno de esos.
Hay
hombres que inculcan a sus hijas que pueden hacer todo lo que se propongan,
para lo cual regalan objetos como un carro de bomberos de pedales. Mi papá era
uno de esos.
Hay
hombres que demuestran amor con facilidad.
Mi papá era uno de esos.
Hay
hombres que lloran –de tristeza, de dolor, de pura emoción. Mi papá era uno de esos.
Hay
hombres cuyo mayor orgullo no son los logros propios, sino los de los
hijos. Mi papá era uno de esos.
Hay
hombres que rompen convencionalismos de la sociedad sobre lo que es la
masculinidad; sobre lo que es ser padre.
Mi papá era uno de esos – sí, como un caballito de mar.
Feliz Día
de los Padres, Papito.
16 de
junio de 2019
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