MIRAR A CUATRO OJOS
En días
recientes he estado muy centrada en la condición de mis ojos. Siento que veo
borroso, particularmente en las noches y se me dificulta leer ciertas letras
que cada vez las hacen mas pequeñas. El asunto se ha complicado un poco y la
catarata incipiente continúa su avance.
Es interesante cómo algo que ocurre a nivel físico es reflejo de lo que
ocurre a nivel existencial. La situación
colonial del país se ha puesto de manifiesto –es como si al país lo hubiesen
operado de cataratas y finalmente pueda ver con claridad.
Esta
realidad se complica de muchas maneras, ya que la situación de la deuda
impagable ha hecho crisis. Esta deuda se acumuló durante años, por lo que hay
una responsabilidad compartida de las dos administraciones que han ostentado el
poder. Hubo una solicitud para que se
audite la deuda, a fin de conocer exactamente cuáles fueron las acciones que se
llevaron a cabo por quién y quiénes pudieron haber actuado fuera de ley, tenían
conflictos de intereses o todas las anteriores.
Para ello se creó una comisión bajo la pasada administración, que fue
abolida por la actual, porque supuestamente el asunto lo dilucidarán los
tribunales, así que nos estaríamos economizando ese dinero.
Hay un
celo por los dineros públicos que no se exhibió al momento de asumir los costos
de la Junta de Supervisión/Control Fiscal, cuyos costos debe pagar el gobierno
de Puerto Rico. Súmesele a esto el
dinero a pagarle a la Directora Ejecutiva, la Sra. Jaresko, a razón de sobre
$600,000 anuales, mas gastos. El pueblo
observa todo esto, mientras ve cómo su propia economía se ve afectada cada día
un poco más.
En mi
caso, comencé a sufrir los efectos desde el cuatrienio del 2009, cuando se
recortaron los días de vacaciones y enfermedad.
Mucha gente de empresa privada critica estos beneficios, pero formaron
parte del contrato de trabajo bajo el que me inicié en el servicio
público. Es común que se ofrezcan más
beneficios marginales cuando hay salarios más bajos. Hay sus excepciones, por supuesto. Algunos salarios de ciertas corporaciones
públicas son desproporcionados, pero esos son otros 20 pesos. En el cuatrienio pasado, en el 2013 se aprobó
una ley que tuvo el efecto de reducir la pensión que recibiría en un 31%,
porque en ese momento no había cumplido 30 años de servicio cotizados al Sistema
de Retiro. Me faltaba poco menos de tres
años. No importaba si permanecía en el
empleo el tiempo que faltaba- el cómputo se haría con esta reducción, que
ciertamente no contemplé allá para el 1986, cuando pasé a ser empleada regular. Ya se ha anunciado que vendrá una reducción
adicional.
Como yo,
hay miles de servidores públicos que ven reducirse la pensión que formaba parte
del entendido al iniciarse en el servicio público. Contrario a mi, hay compañeros que están en
una peor situación, por la composición de su núcleo familiar, por razones de
salud, o como en el caso de los maestros o policías, porque no tienen el
beneficio de recibir el seguro social.
En el momento de saber que recibiría menos, lo entendí como un
sacrificio necesario para poder salvar el sistema. Soy fiel creyente en que todos debemos
aportar para el beneficio común.
Mientras
yo veía que algunos ex gobernadores se beneficiaban de la asignación de
escoltas que tienen que costar un ojo de la cara (ouch!) me sostuve y aún me sostengo en mi posición. Por supuesto que esto llora ante los ojos
(sí, los tengo muy presentes) de Dios.
En el caso de estos seres que tienen ingresos saludables es un derecho
adquirido, pero no así en el caso de miles con salarios de subsistencia. Esa indignación comenzó, pero ahora adquiere
proporciones gigantescas. Al comenzar el
cuatrienio de Rosselló hijo se concretó la presencia de la Junta de Control
Fiscal y se comenzaron a aprobar leyes y órdenes ejecutivas que aumentaron la
presión hacia la clase trabajadora y los sectores más vulnerables. Mientras eso ocurre, siguen los contratos en
la legislatura y la rama ejecutiva que se salen totalmente de proporción en
medio de la crisis que nos arropa. El
recorte a la UPR es probablemente lo que más hiere la ya maltrecha retina,
cuando todavía no se conoce el alcance de los recortes que habrán de sufrir los
servicios de salud.
Un
recorte de casi la mitad del presupuesto de la Universidad que representa la
esperanza de lograr un mejor futuro para jóvenes sin otra opción, es en verdad
anularla. Eliminar recintos le elimina a
muchos jóvenes la posibilidad de llegar hasta la educación, porque a duras
penas pueden alimentarse. Lo que dará al traste con nuestro principal centro
docente no es el paro, sino la eliminación de tantos programas que impedirán la
permanencia de su acreditación. No
podemos enredarnos en el asunto de las irregularidades y desmadres
existentes. El hecho de que se hayan
cometido errores y mal uso de fondos no significa que hay que eliminar la
Universidad.
La IUPI no
sólo educa profesionales; lleva a cabo investigaciones de todo tipo y provee no
sólo la preparación de profesionales de la salud, sino también provee servicios
médicos directos a través del Hospital Universitario y las clínicas de la
Escuela de Medicina. En términos de las
artes, las mentes más privilegiadas provienen u ofrecen cursos en la IUPI. Su coro le ha dado grandes satisfacciones al
país y lo ha representado brillantemente alrededor del mundo. Músicos y actores egresados de allí van a estudiar
post grados en prestigiosas universidades de EU y Europa.
Los
incidentes en las instalaciones de la administración universitaria en el Jardín
Botánico generaron debate debido a la forma que un grupo de estudiantes interrumpió
la reunión y se dirigió a su Junta de forma amenazante. No discuto la validez de los planteamientos,
pero me parece que la estrategia estuvo desenfocada. Mi impresión es que la presidenta interina
está intentando hacer lo posible dentro de una situación imposible. Corresponde al gobierno central mirar más detenidamente
posibles acciones para salvar la Universidad y no ceder al capricho de la JCF
de recortar por una cantidad que implica aniquilar la IUPI.
Todas
estas actuaciones provocaron que hoy se
decretara un paro nacional, que es producto de una indignación que se
acumula. Llevamos años recibiendo
acciones por parte de otros –el gobierno de Puerto Rico y de Estados
Unidos. Poco a poco vamos viendo cómo se
reducen los derechos de la mayoría, mientras que una minoría disfruta de
múltiples beneficios y sueldos o jugosos contratos.
El paro
transcurrió de forma pacífica hasta que varias personas realizaron actos vandálicos. Es importante tener la mente y los ojos muy abiertos ante estos hechos. En estos momentos no se sabe quiénes
estuvieron involucrados. No procede lanzar
acusaciones sin conocer la identidad de los que participaron. Lo que si evidencian los vídeos que yo pude
ver, es que la Policía actuaba de forma errática. En un momento dado estaban rodeados por
manifestantes. No está claro cómo se
dejó un área al descubierto, propiciando los actos censurables que la mayor
parte de nosotros vimos.
El
gobernador citó a conferencia de prensa y se declaró responsable como
comandante en jefe por el desempeño de la Policía. Presumo que actuó asesorado por la Superintendente y no sé si por el nuevo
jefe de la agencia de seguridad, porque dudo mucho que el tenga los
conocimientos especializados en este campo. A base de lo que hemos visto, poco pasó. Cuando los ánimos se caldean, cualquiera
puede perder los estribos y compete a la fuerza policiaca manejar adecuadamente
estas situaciones. La dirección los puso
en una situación vulnerable, así como a los manifestantes y demostró poco
dominio de situaciones peligrosas. Para añadir,
acusó a Carmen Yulín de incitar a la violencia. El Banco Popular demandó a los organizadores
y líderes laborales y de otras entidades que participaron en la marcha, solicitando
un interdicto, aludiendo a los daños en los que según se indica, participaron los demandados -líderes
sindicales y organizadores, entre los que se encuentra la Lcda. Ana Irma Rivera
Lassén, que fue presidenta del Colegio de Abogados, a quien siempre he visto
como una persona ecuánime.
No pueden
lanzarse acusaciones a diestra y siniestra.
La marcha había transcurrido de manera pacífica hasta que intervinieron
estas personas que no han sido identificadas. Sus actos merecen todo nuestro repudio. Esos
actos no invalidan los legítimos reclamos que se hicieron. Lo que exigen es que nos enganchemos bien los
espejuelos, abramos bien los ojos y descorramos el velo que los empaña para que
veamos con claridad la realidad.
1 de mayo
de 2017
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