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Este blog tiene el propósito de compartir mis ideas que estoy segura son las de muchos. Escribo sobre lo que me enternece, lo que me intriga, lo que me indigna o lo que me divierte. No me impongo fechas límite -escribo cuando quiero. El lector también puede elegir -hay relatos mas extensos, otros mas cortos. Entre cuando quiera. Vivo orgullosa de quien soy, de donde vengo y hacia donde voy, aunque no sepa como llegar... La imagen que lo acompaña es El Laberinto, de la serie Mandalas de Procesos, de Thalía Cuadrado, psicóloga clínica y artista, que me honra con su amistad. Me pareció apropiado para acompañar este blog sin dirección, porque son muchas las veces que me he sentido en un laberinto. Afortunadamente, siempre salgo…

domingo, 6 de octubre de 2024

CANDIDATOS



 



CANDIDATOS, MIEDOS, COMPARACIONES Y LEALTADES

 

He estado silente sobre los asuntos del país porque he estado atendiendo otros menesteres, pero no porque me haya desentendido.  El asunto de la incompetencia LUMA es ya un insulto tan grande al país entero, que sería redundar al manifestar mi indignación, pero me reservo el derecho de volver a abordar el tema.  Hoy quiero aludir al tema de las elecciones que tan rápido se aproximan.  Hay algo que me incomoda desde hace bastante tiempo de la campaña de Victoria Ciudadana y el PIP, aparte de la campaña silvestre en las redes sociales y es el empeño en repetir que el PPD y el PNP son lo mismo y que ambos son igual de corruptos.  Hoy vi otra de esas campañas silvestres, que presenta imágenes de los gobernadores que hemos tenido, afirmando que su paso por Fortaleza es lo que nos ha traído hasta aquí.  Ciertamente cada gobernador(a) tomó decisiones que en algún momento tal vez no fueron las mejores, pero las motivaciones, las circunstancias y las negligencias no son iguales.

El anuncio comienza con una exhortación a votar para salir del atolladero en que estamos, cosa que respaldo, para entonces poner las fotos de los gobernadores, comenzando con Muñoz, seguido nada más ni nada menos que por Romero Barceló y sigue con los demás.  Salvemos las distancias. Mucho se ha dicho y escrito sobre Muñoz, desde salvador del país, traidor al ideal de independencia y responsable de una persecución contra independentistas.  Perfecto no era -nadie lo es.  La circunstancia que le tocó vivir, con un país sumido en la miseria, lo impulsó a buscar estrategias que lograron el establecimiento de fábricas, escuelas, electricidad a lo largo y lo ancho del país, vivienda y centros de salud para los que no pudieran pagar -que era la mayoría.  El puertorriqueño promedio mejoró su estándar de vida.  Esas acciones, por supuesto trajeron aspectos negativos, como un énfasis desmedido en inversión extranjera, pero no puede atribuírsele ánimo de lucro ni favoritismo. El servicio público bajo su mandato se distinguió por ser uno pulcro.

Colocar la foto de Romero Barceló luego de la de Muñoz y pretender demostrar que todos los gobernantes han sido lo mismo  no es la realidad.  Yo viví como niña los últimos años de gobernanza de Muñoz y como adulta joven, los años de gobernación de Romero Barceló.  Yo presencié las vistas del Cerro Maravilla y lloré con el testimonio de Marte y Julio Ortiz Molina sobre cómo dos jóvenes fueron colocados de rodillas para ser asesinados por unos policías criminales al que inicialmente se les tildó de héroes.  Ni siquiera Luis Ferré, también estadista como Romero, fue tan nefasto como ese ser.  En la sucesión de gobernantes hay unos francamente mediocres, como García Padilla y unos que causaron disloque en la administración del gobierno, como Pedro Rosselló con sus obras faraónicas y Luis Fortuño con la nefasta Ley 7, que arrasó de forma inmisericorde con los empleados públicos, para luego tener que contratar servicios que terminan costando más que los empleados en la nómina pública.  Y ni hablar de Ricky, un engreído hijo de papá que tuvo que hacer maletas a petición del pueblo que se unió para sacarlo.

Como empleada pública que fui hasta hace 8 años, vi el deterioro en el servicio público, que sí, ha sido responsabilidad de administraciones PPD y PNP, pero no por las mismas razones ni en la misma proporción.  Me inicié en el gobierno bajo Hernández Colón en 1985 en una agencia pequeña, adscrita al Departamento de Recursos Naturales. Tuve excelentes experiencias y otras no tan buenas, pero no puedo hablar de situaciones de corrupción.  En trabajos subsiguientes, bajo diversas administraciones fui viendo un deterioro y la influencia política era cada vez mayor -particularmente en administraciones PNP.  Bajo el PPD comencé a ver cada vez más una falta de voluntad para atender los asuntos importantes y bajo el PNP me sentí totalmente ignorada.  Al final, bajo la administración de García Padilla, fui sintiendo cada vez más, que se me escuchaba con cortesía, pero luego no ocurría nada, razón que me llevó finalmente a acogerme al retiro.

Puedo destacar durante el gobierno de Sila Calderón un enfoque hacia la pulcritud en las actuaciones.  De hecho, ese énfasis llevó al secretario para la cual trabajaba en aquél entonces a someter su carta de renuncia, por actos que no constituían corrupción, pero que arrojaban dudas sobre su actuación con un contrato.  Fue un periodo muy doloroso para mí porque ese secretario en particular fue tal vez el que más sensibilidad demostró para los aspectos bajo mi responsabilidad y siempre lo he visto como un hombre honesto, con un profundo amor a su patria.  No puedo decir que bajo ninguna de las administraciones vi actos de corrupción para beneficio propio, pero sí vi, particularmente bajo gobiernos PNP, falta de una supervisión inadecuada, que llevaba a autorizar pagos de horas extra o dietas innecesarias.  Vi contratos que en realidad no hacían falta, diz que supervisados por una persona que sabía del tema lo que yo sé de física nuclear.

No hay duda que el servicio público necesita reformarse de arriba a abajo.  Lo conozco y sé de las fallas en la operación de día a día. A la persona que asuma las riendas del país en enero se le va a hacer bien difícil.  Esta es la tercera elección en la que no voto íntegro por el Partido Popular, en el que milité por muchos años.  Poco a poco me he ido distanciando, al punto que este año votaré por candidaturas.  Al igual que para las elecciones pasadas, votaré por Juan Dalmau para gobernador, porque creo que es el mejor candidato, como piensa mucha gente que están aún atados a miedos y no se atreven respaldarlo.  Pensé darle la oportunidad a Juan Zaragoza en primarias, porque me parece un hombre conocedor del sistema y un buen administrador, pero ya sabemos lo que pasó.  En el caso de Jesús Manuel, me parece un hombre honesto, con buenas intenciones, pero no lo creo capaz de poder dominar unas fuerzas en el partido que solo quieren arrimar la brasa a su sardina, con tácticas ignominiosas -o sea, los Tatitos de la vida.

No hubiese votado por Pierluisi si hubiese ganado la primaria y de hecho, pienso que Jennifer es aún peor.  El estribillo de Jennifer mentirosa, no seas embustera, le viene de perillas.  El hecho de que ahora respalde a un ser tan deleznable como Donald Trump es espantoso.  Al momento en que escribo, mi papeleta tendrá solo candidatos del PIP, Victoria Ciudadana, un independiente y un solo Popular para representante de distrito.  Hay uno o dos cargos en los que estoy indecisa, pero es claro que no votaré por ningún candidato del PNP ni de Proyecto Dignidad, porque ambos representan la negación de lo que somos por un lado y el espectro más conservador de nuestra sociedad, con deseos de imponer criterios religiosos a la población por el otro.

En todos estos años he visto administraciones PPD y PNP y puedo decir categóricamente, que no son lo mismo.  En el asunto de la corrupción hay unas diferencias marcadas en las actuaciones de ambos partidos.  Del mismo modo, es injusto categorizar a todos los que militan en el PNP como corruptos.  Hay que tener cuidado en cómo se caracteriza a los empleados públicos que militen en los partidos, porque son los empleados de carrera que permanezcan en las agencias los que habrán de llevar a cabo la obra de gobierno.  Juan Dalmau tendrá que ganarse el respeto de esos empleados para que no caigan en una actitud de brazos caídos.  Será necesario convencerlos de que su propósito es verdaderamente hacer del nuestro un mejor país y eso no se logra menospreciando a todo aquél o aquélla que milite en otro partido, ni asumiendo actitudes prepotentes a lo María de Lourdes Santiago.

En cuanto a los miedos por lo que pueda ocurrir una vez Dalmau asuma el poder, es importante ver lo inverosímil del argumento de Jennifer, de que él es comunista y traerá la independencia a Puerto Rico.  Los casos que pone de ejemplo -Cuba y Venezuela, son países que ya eran independientes.  Puerto Rico es un territorio de los Estados Unidos, que no se quedaría de brazos cruzados en el irrisorio caso de que Dalmau fuese a imponer la independencia.  En mi caso, mi temor estaba más ligado a lo difícil que será gobernar este país con agencias llenas de personas que no lo favorecen.  Pero de todos modos, ya las agencias sufren las pugnas de bandos dominados por uno de los partidos principales.  Y a fin de cuentas, ¿no hemos estado insatisfechos con las administraciones que hemos tenido, razón por la cual llevamos cambiándola por las últimas elecciones?  Pues si no nos satisface la labor de Dalmau, no lo reelegimos, porque francamente, no creo que quedemos muy satisfechos con Jesús Manuel, mucho menos con la Mujer Maravilla, perdón, Jennifer.

Luego de haber militado en el Partido Popular por muchos años, se me ha hecho difícil desprenderme totalmente -ha sido un proceso gradual, que finalmente me ha llevado a desvincularme del partido, aunque tenga respeto por algunos de sus miembros.  Me duele que se tilde de corruptos a los que militan o hayan militado en él, como yo una vez lo hice.  Nunca he sido corrupta y fueron muchas las veces que tuve dificultades por defender lo correcto en situaciones que chocaban con el deseo de algunos de moldear la verdad a conveniencia.  Mi conciencia me dicta que debo buscar lo mejor para mi país, porque mi lealtad última no es a un partido, sino a mi Patria.

6 de octubre de 2024

 


1 comentario:

  1. Mur buena reflexión, es una gran verdad lo que manifiestas en tu escrito , yo también fui miembro del PPD , fui funcionario de colegio por más de 45 años, trabaje en el Senado de Puerto Rico, en las oficinas centrales del PPD pero ese partido perdió el norte ,no hay fiscalización aun con tanto pillaje y corrupción del PNP, tienes razón NO son los mismos, pero tanto la prensa escrita como la radial con sus supuestos "analistas " que se venden al mejor postor al igual que programas de TV como Pelota Dura etc etc que son unos relacionistas públicos del PNP. El PNP es una organización criminal compuesta por saqueadores profesionales del dinero del pueblo disfrazada de partido político, así de simple

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