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Este blog tiene el propósito de compartir mis ideas que estoy segura son las de muchos. Escribo sobre lo que me enternece, lo que me intriga, lo que me indigna o lo que me divierte. No me impongo fechas límite -escribo cuando quiero. El lector también puede elegir -hay relatos mas extensos, otros mas cortos. Entre cuando quiera. Vivo orgullosa de quien soy, de donde vengo y hacia donde voy, aunque no sepa como llegar... La imagen que lo acompaña es El Laberinto, de la serie Mandalas de Procesos, de Thalía Cuadrado, psicóloga clínica y artista, que me honra con su amistad. Me pareció apropiado para acompañar este blog sin dirección, porque son muchas las veces que me he sentido en un laberinto. Afortunadamente, siempre salgo…

miércoles, 6 de febrero de 2019

Manos










MANOS

Ayer hubo otro junte para celebrar el Año Nuevo Chino.  Desde hace varios años me han invitado a este grupo de mujeres talentosas y sensibles que se reúnen para dar la bienvenida a un nuevo ciclo.  Nos llevamos regalitos sencillos, procuramos comer algo que se aproxime a lo que asociamos con los chinos y nos esforzamos por  llevar algo rojo en la vestimenta.  El rojo en la cultura oriental se asocia con abundancia. En estos tiempos de deuda de COFINA, contratos millonarios de dudosa validez, escasez de fondos para lo verdaderamente esencial –como entregar los muertos a sus familias antes de que se descompongan, por ejemplo-  y pensiones reducidas, la mayoría del país se siente alejado de la abundancia.

Anoche, en el sencillo, amoroso y acogedor hogar de una de las celebrantes del ritual anual chino, fui testigo de la manifestación de la abundancia.  Había abundancia de comida que aportamos ya bien fuere hecha por nosotras o por las manos de otros, incluyendo la hija de una de las celebrantes, que es chef. Había abundancia de solidaridad. Había abundancia de talento. Todas escribimos.  Una de ellas, además, pinta; otra tiene habilidades para desarrollar proyectos en la web; otra organiza eventos que motivan a otros a lograr balance en sus vidas; yo me precio de producir platos ricos; otra diseña y cose  piezas de ropa novedosas.  Eso, sin contar los malabares que todas hacemos o hemos hecho en nuestras vidas para salir adelante y sostener un hogar.  Todas menos yo tienen hijos, lo cual añade al reto, porque deben velar no solo por su subsistencia, sino también por las de otros.

En torno a la mesa había abundancia de amor, manifestado de diversas formas.  Sobre todo, había un deseo genuino de apoyarnos las unas a las otras en sus proyectos o visión de vida.  Lo del Año Nuevo Chino es en realidad un pretexto.  Lo importante del ritual anual es reencontrarnos para celebrar la vida y reconocernos mutuamente como seres valiosos.  Es apoyar a las otras y al mismo tiempo, darnos cuenta de la abundancia que tenemos individualmente, porque no importa cual sea la situación del país, hemos demostrado que salimos adelante.  Nuestras manos, individual y colectivamente producen, literalmente, a manos llenas.

6 de febrero de 2019

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