MANOS
Ayer hubo
otro junte para celebrar el Año Nuevo Chino.
Desde hace varios años me han invitado a este grupo de mujeres
talentosas y sensibles que se reúnen para dar la bienvenida a un nuevo
ciclo. Nos llevamos regalitos sencillos,
procuramos comer algo que se aproxime a lo que asociamos con los chinos y nos
esforzamos por llevar algo rojo en la
vestimenta. El rojo en la cultura
oriental se asocia con abundancia. En estos tiempos de deuda de COFINA,
contratos millonarios de dudosa validez, escasez de fondos para lo
verdaderamente esencial –como entregar los muertos a sus familias antes de que
se descompongan, por ejemplo- y
pensiones reducidas, la mayoría del país se siente alejado de la abundancia.
Anoche,
en el sencillo, amoroso y acogedor hogar de una de las celebrantes del ritual
anual chino, fui testigo de la manifestación de la abundancia. Había abundancia de comida que aportamos ya
bien fuere hecha por nosotras o por las manos de otros, incluyendo la hija de
una de las celebrantes, que es chef. Había abundancia de solidaridad. Había
abundancia de talento. Todas escribimos.
Una de ellas, además, pinta; otra tiene habilidades para desarrollar
proyectos en la web; otra organiza eventos que motivan a otros a lograr balance
en sus vidas; yo me precio de producir platos ricos; otra diseña y cose piezas de ropa novedosas. Eso, sin contar los malabares que todas
hacemos o hemos hecho en nuestras vidas para salir adelante y sostener un
hogar. Todas menos yo tienen hijos, lo
cual añade al reto, porque deben velar no solo por su subsistencia, sino
también por las de otros.
En torno
a la mesa había abundancia de amor, manifestado de diversas formas. Sobre todo, había un deseo genuino de
apoyarnos las unas a las otras en sus proyectos o visión de vida. Lo del Año Nuevo Chino es en realidad un
pretexto. Lo importante del ritual anual
es reencontrarnos para celebrar la vida y reconocernos mutuamente como seres
valiosos. Es apoyar a las otras y al
mismo tiempo, darnos cuenta de la abundancia que tenemos individualmente, porque
no importa cual sea la situación del país, hemos demostrado que salimos
adelante. Nuestras manos, individual y
colectivamente producen, literalmente, a manos llenas.
6 de
febrero de 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario