Datos personales

Mi foto
Este blog tiene el propósito de compartir mis ideas que estoy segura son las de muchos. Escribo sobre lo que me enternece, lo que me intriga, lo que me indigna o lo que me divierte. No me impongo fechas límite -escribo cuando quiero. El lector también puede elegir -hay relatos mas extensos, otros mas cortos. Entre cuando quiera. Vivo orgullosa de quien soy, de donde vengo y hacia donde voy, aunque no sepa como llegar... La imagen que lo acompaña es El Laberinto, de la serie Mandalas de Procesos, de Thalía Cuadrado, psicóloga clínica y artista, que me honra con su amistad. Me pareció apropiado para acompañar este blog sin dirección, porque son muchas las veces que me he sentido en un laberinto. Afortunadamente, siempre salgo…

jueves, 6 de abril de 2017

MISS CHICHARRÓN







MISS CHICHARRÓN

Al igual que muchos, con frecuencia he afirmado que en ocasiones, la realidad es más increíble que la ficción.  El lunes me hallaba leyendo el periódico de forma algo apresurada, porque debía salir a una cita médica, cuando algo me llamó la atención.  Era parte una reseña de la competencia de trajes típicos como parte del concurso de Miss Puerto Rico Universe. Aparecían unas fotos de varias chicas luciendo sus trajes típicos y en el calce de la foto de Miss Bayamón aparecía lo siguiente: “Miss Bayamón lució un chicharrón volao como detalle”.  Sí, así como leen –un chicharrón volao.  En la foto se ve la chica con algo en la cabeza, que no sabía lo que era hasta que leí el calce –nada más ni nada menos que un pedazo de chicharrón volao.  Sé que resulta difícil de creer, pero la foto está ahí, en el periódico El Nuevo Día del lunes, a la página 45.

Quería leer el artículo para conocer más detalles, pero se me hacía tarde, así que lo dejé pendiente.  Hoy leí el artículo completo.  Dice la reportera, en torno a dos de los atuendos: “Hubo vestimentas alegóricas a las piraguas de Las Piedras y el chicharrón de Bayamón.  Esta última llevaba un pedazo de la fritura como adorno de cabeza”.  No me quedó claro si el pedazo de chicharrón era real o una representación en papel maché u otro material.  Se me quedó grabada la imagen de un pedazo de chicharrón volao enredado en el pelo y la pobre chica tratando de quitar el olor a chicharrón de su cabellera con medio frasco de champú con olor a lavanda luego de finalizada la competencia, tras la cual ella no aparece como finalista.

Me parece triste la vida de estas chicas que participan de estos concursos –tienen que ponerse lo que les digan, a la hora que se lo digan y pasearse frente a decenas de pares de ojos que las van a juzgar de forma inmisericorde.  Si yo fuese  Miss Bayamón me parecería espantoso desfilar con un pedazo de chicharrón volao en la cabeza, pero tal vez ella está encantada de la vida.  No sé cómo se sentirá al pasar los años y ver las fotos en que aparece con el  muy particular tocado.  Me imagino a conocidos preguntándole por el adorno que parece de lo más chic si no se sabe lo que es.  Tal vez ella respondería que representaba unos azulejos encontrados en un edificio histórico de Bayamón, o una particular hoja de origen francés.  Después de todo, caso cualquier cosa que proviene de París rezuma chic.

No sé cuantos sepan lo que es boudin noir – es francés y se pronuncia budán nuar.  Hay que colocar la boca de cierta manera y arrastrar la r final con ese acento tan hermoso que es el idioma galo.  Hasta un insulto suena bonito.  Lo mismo no ocurre con el alemán, que hasta un saludo suena como un regaño.  Pero bueno, retorno al boudin noir, que para que los que no sepan es nada más ni nada menos que morcilla.  Yo adoro la morcilla, pero creo que si compitiera en un concurso que requiriese desfilar con una morcilla en la cabeza, mejor renuncio.

Tengo claro que la idea de los trajes típicos es que representen la ciudad, en este caso, o el país, cuando se compite a nivel mundial.  Cierto es que el chicharrón es típico de Bayamón, como la quenepa de Ponce o el mangó de Mayagüez, pero lo cierto es que hay maneras artísticas de representar los árboles frutales.  Añadirle el toque artístico, con elegancia, a un pedazo de chicharrón está bieeeeeen difícil.  Es como hacer un tocado con un bacalaíto, un pincho o una alcapurria de  Piñones para la representante de  Loíza.  

Me intriga el destino del pedazo de chicharrón luego de finalizada la competencia.  Me pregunto si quedó abandonado en un rincón del local, tal vez luego se cubrió de hormigas, o un perro se lo llevó en la boca.   A la chica de Bayamón le deseo que no sea recordada como Miss Chicharrón, o quién sabe, tal vez ella respondería “a mucho orgullo”.


6 de abril de 2017

No hay comentarios:

Publicar un comentario