AMIGA-HIJA; AMIGA-MADRE
No soy
madre; he sido hija. Tal vez algún día
escriba sobre las razones por las cuales no soy madre, pero hoy no es el día. Hoy es un día designado específicamente para
honrar a las madres, que deben honrarse siempre, pero no está de más que haya
un día especial. Y cabe destacar que
honramos a las buenas madres, porque esa figura siempre amorosa, abnegada,
dispuesta a todo sacrificio no es la realidad para niñ@s que han sido
abandonad@s o abusad@s precisamente por quien debía amarles y protegerles. Para estas criaturas, alguien debe asumir el
rol que esa mujer abandonó y no siempre el resultado es positivo.
A las
mujeres se nos ha encasillado en estos roles tradicionales, con visiones de
santidad, que no siempre se ajustan a la realidad. Las que no somos madres estamos o hemos
estado sujetas a cuestionamientos de por qué no hemos tenido hijos y se nos
mira con pena. Otras son encasilladas en
el rol de la abuelita que cocina platos exquisitos, cosa que siempre me produce
gracia, porque nunca vi a mi abuela paterna –a la materna nunca la conocí
porque Mami era huérfana- como capaz de producir un plato digno de ser
recordado con regocijo. Lo único que
recuerdo es un plato de arroz con pollo jincho y desabrido. Ah, pero mi mamá sí que era una campeona en
la cocina. Tristemente, nunca llegó a
ser abuelita, porque murió antes de que yo tan siquiera me casara.
He sido
hija y sobrina de mujeres extraordinarias.
Aparte de eso, he tenido figuras femeninas que podían haber sido mi
mamá. Una de ellas, Leila, fue mi amiga
por muchos años y aunque yo no la veía como figura maternal, pudo haberlo sido,
porque la diferencia en edad lo hubiese posibilitado. De hecho, tenía un hijo de mi edad. Leila decía que yo era su hermana gemela, por
el parecido tan grande en la forma de pensar y actuar, pese a la diferencia tan
grande en apariencia, que iba mucho más allá de la edad – Leila medía como seis
pies y yo siempre reclamo mi media pulgada sobre mis cinco pies de
estatura. Para el Día de las Madres me
decía: “no soy tu madre, pero te bendigo”.
Hace unos
días, otra amiga entrañable, Flor, me denominó amiga- hija y me preguntó si
podía llamarme así. Por supuesto que
sí. Flor tiene tres hijas y es vivo
ejemplo de amor maternal. Siempre me
recibe en su casa con amor y allí me siento como me sentía en casa de Leila –acogida,
amada; como si estuviera en mi propia casa.
Ella prodiga amor no solo a sus hijas, sino también a los niños de
Haití, para quienes se ocupa de enviar donativos. Todo en ella es amor, razón por la cual su
canción favorita es Por amor.
Mi Buddy
por más de 20 años ha hecho que se inviertan los roles y en cierta medida me he
convertido en amiga-madre, por el hecho de que técnicamente, por la diferencia
de edad yo podría ser su madre, aunque mi vanidad se resiste a pensar en
eso. Nuestra relación es muy similar a
la que yo tenía con Leila, ahora con los roles invertidos. Ella también es mucho más alta que yo –bueno,
cualquiera puede serlo; habla hasta por los codos y hace tantas cosas en un día
que me canso solo de pensar en eso. Pese
a una personalidad que en público parece ser muy extrovertida, en privado es
mucho más reservada y eso es una de las características que nos acerca. Al igual que Leila –y yo- no responde a
estereotipos. Mi vida ha sido
enriquecida por la presencia de mi Buddy, quien me impresiona con su entrega al
trabajo bien hecho, al amor que prodiga a sus amistades y los esfuerzos
titánicos que ha hecho para sacar a sus cuatro hijas adelante.
La foto
que acompaña este escrito es una versión recortada de la que tomó Flor de las
flores que le llevé en mi más reciente visita de hace 10 días, junto con el
elefantito que era el regalo de Navidad que no había podido llevar y otro
anterior de los Santos Reyes. Siempre
que voy a casa de Flor siento que hay algo de mí en los regalos que ella
atesora y que son una expresión del profundo amor que le tengo y los que le he
brindado, precisamente, por amor.
Feliz Día
de las Madres, Flor, de tu amiga-hija.
Feliz Día de las Madres, Buddy, de tu amiga-madre. Feliz día a todas las mujeres que de un modo
u otro, son madres.
14 de
mayo de 2023
Muy hermoso
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