Datos personales

Mi foto
Este blog tiene el propósito de compartir mis ideas que estoy segura son las de muchos. Escribo sobre lo que me enternece, lo que me intriga, lo que me indigna o lo que me divierte. No me impongo fechas límite -escribo cuando quiero. El lector también puede elegir -hay relatos mas extensos, otros mas cortos. Entre cuando quiera. Vivo orgullosa de quien soy, de donde vengo y hacia donde voy, aunque no sepa como llegar... La imagen que lo acompaña es El Laberinto, de la serie Mandalas de Procesos, de Thalía Cuadrado, psicóloga clínica y artista, que me honra con su amistad. Me pareció apropiado para acompañar este blog sin dirección, porque son muchas las veces que me he sentido en un laberinto. Afortunadamente, siempre salgo…

martes, 30 de mayo de 2023

Inferno/paradiso

 



INFERNO/PARADISO

 En ocasiones, cuando estoy en mi auto, escucho programas de análisis en la radio en lugar de escuchar música.  Todo depende del día, la hora, mi estado de ánimo o todas las anteriores. La semana pasada regresaba a casa y escuché una entrevista a un empleado –creo que de la Policía Municipal de San Juan- hablando de las intervenciones más recientes que habían realizado en negocios en la Calle Loíza y otras localidades de la capital.  Todo lo relacionado a estas intervenciones –o la falta de ellas- me indigna.  Hace meses y tal vez años, que los residentes de esa calle se quejan de los ruidos y vicisitudes que sufren debido a la operación de barras que operan hasta altas horas de la madrugada.  Las situaciones van desde la música estridente que les impide conciliar el sueño, peleas, bloqueo de áreas de entrada a sus residencias, suciedad en las inmediaciones y lo peor –disparos que como el más reciente incidente, culminó con la muerte de dos jóvenes turistas de origen peruano.  Eran estudiantes graduados que llegaron ese mismo viernes y fueron asesinados frente a un negocio de esa calle.

El susodicho negocio había sido objeto de varias intervenciones por las que habían sido multados, pero como ocurre en este país que choca con la campaña risible del gobernador de que está “haciendo que las cosas pasen”, la realidad es que la más de las veces no pasa nada.  Las excusas que como el ombligo todos tienen, van desde falta de personal, de jurisdicción, de presupuesto, cuando en realidad es que lo que falta es voluntad.  Voluntad para hacer lo que hay que hacer, aunque cueste más esfuerzo, empatía y creatividad.  Pues donde no había personal, jurisdicción ni presupuesto apareció de todo cuando el incidente con los infortunados jóvenes estudiantes captó la atención mundial y amenazaba con afectar el sacrosanto turismo.  Importó un carajo la queja de los vecinos residentes de aquí que hacía tiempo se quejaban y probablemente hasta la vida de esos infortunados, porque lo que importó fue la proyección que pudiera afectar el turismo.

Y esa imagen del turismo está anclada en la belleza de nuestras playas, la abundancia de casinos, el encanto del Old San Juan y el exotismo del Yunque rain forest.  Lo que no se le revela al turista, pero que l@s que aquí vivimos sabemos muy bien,  es que para llegar a los lugares tiene que transitar por carreteras llenas de hoyos, sin rótulos ni alumbrado y en algunos casos con riesgos de inundaciones repentinas y no tan repentinas, como ocurre en el área del Último Trolley, aledaña a la mega turística zona de Condado.  Y por supuesto, de los carjackings, robo de catalíticos, cuando no el carro entero ni se habla, como no se habla de los tiroteos de carro a carro en cualquier lugar, a cualquier hora, que desafortunadamente ha cobrado la vida de varios inocentes.

El calvario de lo antes descrito se suma a los constantes apagones –unas veces por minutos, otras por días enteros, que padecemos todos los que vivimos aquí.  Súmesele a eso que algunos todavía cubren sus techos con los benditos toldos azules de FEMA o viven o estudian en hogares o escuelas temporales tras los terremotos.  Eso, tal vez el turista no lo ve, pero afecta nuestra psiquis y tiene que tener algún efecto sobre el nivel de frustración que acumulan puertorriqueñ@s que presten servicios a turistas que vienen a vacacionar, algun@s de l@s cuales no son necesariamente muy civilizad@s que digamos.  Pese a todo esto, debo decir que todavía retenemos muchas de nuestras mejores cualidades: solidaridad, hospitalidad, alegría de vivir, optimismo.

Y estos contrastes son los que vinieron a mi mente cuando escuchaba la entrevista que mencioné al inicio, sobre todo cuando el empleado mencionó dos de los negocios que habían intervenido en este nuevo afán de hacer lo que tenían que hacer y que no habían hecho hasta que asesinaron a esos pobres muchachos.  Relataba el entrevistado que habían intervenido para cerrar dos negocios –uno en la Calle Loíza, llamado Inferno y otro –no estoy inventando- llamado Paradiso en Río Piedras.  No hay mejor imagen de lo que vivimos en Puerto Rico: un infierno de ineficiencia, corrupción, apatía, indolencia y por otro lado, un paraíso de bellezas incomparables, de gente luchadora, alegre, talentosa en demasía, solidaria, desprendida, compasiva.  Con esas últimas -sin desconocer lo otro- como diría Pablo Milanés, yo me quedo.

30 de mayo de 2023

 

1 comentario: