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Este blog tiene el propósito de compartir mis ideas que estoy segura son las de muchos. Escribo sobre lo que me enternece, lo que me intriga, lo que me indigna o lo que me divierte. No me impongo fechas límite -escribo cuando quiero. El lector también puede elegir -hay relatos mas extensos, otros mas cortos. Entre cuando quiera. Vivo orgullosa de quien soy, de donde vengo y hacia donde voy, aunque no sepa como llegar... La imagen que lo acompaña es El Laberinto, de la serie Mandalas de Procesos, de Thalía Cuadrado, psicóloga clínica y artista, que me honra con su amistad. Me pareció apropiado para acompañar este blog sin dirección, porque son muchas las veces que me he sentido en un laberinto. Afortunadamente, siempre salgo…

jueves, 13 de abril de 2023

EL DALAI LAMA Y SAN BENITO

 


EL DALAI LAMA Y SAN BENITO

En estos días salió a la luz una noticia inquietante y que se me hace difícil comentar porque involucra una figura que para mí ha representado ternura, bondad y buenos sentimientos.  Se trata del Dalai Lama, monje tibetano que se vio forzado a vivir en el exilio tras pugnas con el gobierno de China.  A través del tiempo este hombre, que obtuvo el premio Nóbel de la Paz, ha diseminado un mensaje de conciliación y amor hacia todo ser viviente.  Lo he admirado y se me hace doloroso entender lo que puede ser un lado oscuro en esta figura admirada.  El incidente fue público, así que no hay dudas sobre los hechos, aunque la interpretación y las causas puedan ser objeto de análisis.  Hoy apareció una columna en el periódico que me motivó a escribir sobre el tema.

En la columna, la Profesora Nieve de los Ángeles Vázquez se cuestiona, al ver el vídeo del incidente –que yo hasta ahora no he sido capaz de ver- de qué se ríen algunos de los presentes ante las acciones del Dalai Lama.  Imagino que la risa estaba motivada por lo que muchos atribuyen al muy conocido sentido del humor del monje, muy dado a la risa franca y sin complicaciones. El problema estriba en que hay cosas que en esencia no son graciosas, no importa cuántas personas así lo vean, por el peligro que representan.  Y dice la profesora que much@s no ven el peligro en los actos del Dalai Lama, porque se trata de una “disonancia cognitiva y ocurre cuando una persona tiene dos cogniciones (ideas, creencias, opiniones) que son psicológicamente inconsistentes)”.  Prosigue diciendo que las personas que observaban creían estar ante un “ser superior, supremo, deificado. Por lo tanto, todo lo que hiciera ese hombre también entra en esa categoría”.

Esto me trae a la mente la situación que enfrentó Michael Jackson, cuando lo acusaron de abusar de niños a quienes llevaba a su cama y la insistencia de éste en que se trataba de actos inocentes.  Nunca compré su teoría y siempre me parecieron actos –en el mejor de los casos, imprudentes.  Sabemos demasiado sobre el abuso de niños como para ignorar señales que deben ponernos en alerta.  Los adultos tenemos el deber de proteger a los más vulnerables y evitar colocarlos en situaciones peligrosas.  Los actos del Dalai Lama son preocupantes.  Desconozco si se deben a problemas de senilidad o que intrínsecamente hay un lado oscuro que salió a la luz de forma inesperada, pero no debe ser motivo de “reírle la gracia”, como hace alguna gente cuando un “viejo verde” – o algunos “pintones” - le hace un comentario inapropiado a una mujer atractiva.

El humor tiene que ser recíproco –gracioso para ambas partes o de lo contrario es un acto en solitario, que complace sólo a quien hace el comentario.  Y señala la profesora, con quien coincido totalmente,  que cada uno de nosotros debe asumir la responsabilidad de que “nuestros propios sesgos cognitivos podrían estar mostrando una realidad alterada… ahora más que nunca resultan importantes las voces disidentes… las que dicen lo que nadie quiere oir”. He sido esa voz disidente en muchas ocasiones, al denunciar que detrás del chiste sobre manerismos puede esconderse la homofobia; detrás del chiste sobre determinada falta de habilidad en una mujer puede esconderse el machismo y aludiendo a otro incidente reciente, detrás del chiste fácil sobre la utilidad de que Tito Trinidad o Amanda Serrano sea el gerente en Burger King se esconde una violencia hacia la mujer que nunca se justifica.  Dicho sea de paso, el verdadero gerente dio una lección suprema de esto.

Hay una costumbre generalizada, presumo que vinculada a la disonancia cognitiva a la que alude la profesora en su columna de hoy, de endiosar a figuras públicas de tal modo que se obvien las conductas que puedan ser preocupantes.  El mejor ejemplo, para mí, es el caso de Bad Bunny, convertido en San Benito por quienes sólo ven un lado de sus actos.  Por un lado, denuncia la hipocresía, hace obras benéficas, denunció los actos de Ricky de tal modo que contribuyó a su salida, defiende su idioma y no esconde su origen.  Todo esto lo aplaudo.  Por otro lado, he sido la voz disidente que ha criticado las letras que tratan a la mujer como meros objetos sexuales y las explícitamente violentas.  Por ello he sido objeto de burlas y acusada de no moverme con los tiempos.  Me muevo con los tiempos; con lo que no transo es con renunciar a denunciar la violencia en cualquiera de sus manifestaciones.

De Bad Bunny no tenía grandes expectativas - por no decir que ninguna- así que no me siento decepcionada.  Espero –como creo que lo hará- que en algún momento recapacite y se exprese sobre la necesidad de un cambio de postura en cuanto a las letras que fomentan la violencia.  En cuanto al Dalai Lama, sí me ha causado una profunda decepción.  Que no haya sido capaz de ver lo incorrecto de sus actos en ese momento, aunque luego se excusó, es motivo de preocupación.  Pero más aún, es motivo para estar alerta ante los actos que apuntan hacia ese lado oscuro que será imposible vencer si nos negamos a mirarlo.

13 de abril de 2023

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo y tambien descepcionada con la figura del Dalai Lama. Fue horroroso el acto y ahora tambien me pregunto si no hay un grado de senilidad.

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  2. La verdad no tengo conocimiento de lo sucedido con este Monge tibetano , deduzco que cometió un error pero Anita parte de la premisa que todos sabemos del suceso lo cual no es correcto, yo soy un asiduo lector, estoy al tanto del acontecer diario en mi país y en El mundo y jamás me enteré de lo que motivó a la escritora a hacer sus comentarios, pero sea cual fuere todos tenemos distintos puntos de vista sobre distintos asuntos y a veces se nos quiere “ encarrilar “ en el pensamiento de un grupo en particular o de x o y persona, concurro con Anita en sus expresiones sobre Bad Bunny pero yo con no escuchar ni ver ni interesarme en los asuntos de ese señor me basta, por otra parte ...cuál fue el asunto del Monge tibetano?

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