LA VIDA HA SIDO BUENA
A fines
del año pasado pensé escribir sobre la amistad, tras un encuentro con mi amiga
Carmencita, a quien conozco desde la niñez.
El título de este ensayo se refiere, precisamente, a una frase que ella
utiliza mucho y encontré en un platón que fue mi regalo para ella en Navidad.
No es un objeto caro. De hecho, creo que
es el regalo más económico que le he comprado, pero el valor no radica en el
precio, sino en lo que representa. Life
is good -es decir, la vida es buena, es como un mantra para ella. No sólo
ha tenido una vida buena, sino que trabaja para que otr@s también la tengan. Ha tenido grandes éxitos a nivel personal y
profesional, pero también ha enfrentado grandes retos que ha superado con
creces.
Antes de
continuar con lo que quiero expresar, debo dejar claro que la vida,
desafortunadamente, no ha sido buena para mucha gente. No ha sido buena para las mujeres
maltratadas, para l@s emigrantes que luchan por salir de una vida de
persecución y miseria, para l@s que padecen de enfermedades crueles y
dolorosas, para l@s que se sienten rechazad@s por su raza, color, identidad de
género y tant@ otr@s cuyas vidas son una eterna lucha. Sin embargo, estoy segura que aún ell@s han
tenido momentos buenos, o la oportunidad de tenerlos en el futuro.
La vida
para mi amiga Carmencita y para mí ha sido muy buena y ambas damos gracias a
Dios por eso. Pese a ello, hemos tenido
momentos de mucho dolor –pérdida de seres queridos, divorcios, desengaños,
enfermedad, luchas en el ámbito laboral.
A pesar de ello, hemos salida adelante y no nos hemos dejado derrotar
por los embates que la vida nos ha arrojado. A ambas nos gusta cocinar, así que
el año pasado nos preparamos un festín que degustamos ante unas mesitas
individuales –por aquello del distanciamiento covidístico- que ella decoró
exquisitamente. La distancia de las
mesitas, sin embargo, no significó distancia alguna en el afecto que nos profesamos.
Ayer
hicimos una nueva celebración, esta vez en casa, como excusa para que viera la
remodelación del baño que tanto esfuerzo me costó. Esa es una característica de las verdaderas
amigas, que se alegran de los logros de unas y otras y en eso soy muy
afortunada, porque ya otras amigas se han mostrado igualmente felices con la
culminación de este proyecto. Y no es un ejercicio de vanidad de mi parte, de
mostrar lo que tengo, sino de disfrutar junto a otras de mi logro, del mismo
modo que yo disfruto de los de ellas.
Me esmeré
preparando tapas y sin falsa modestia, sé que me quedaron buenas. Ambas las disfrutamos, acompañadas de un cava
rosado y un Prossecco que había reservado para una ocasión especial. De postre, unos pequeños bizcochuelos que
ella hizo que están divinos. Hablamos de muchas cosas – de lo bueno, de lo no
tan bueno y de lo doloroso. Sí, la vida
ha sido buena con nosotras pese a los esfuerzos, las frustraciones y los
momentos dolorosos. A tod@s mis amig@s,
les deseo una vida igualmente buena y si en este momento no lo es, que tengan
la esperanza de que así será.
Feliz Día de San Valentín
14 de
febrero de 2022
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