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Este blog tiene el propósito de compartir mis ideas que estoy segura son las de muchos. Escribo sobre lo que me enternece, lo que me intriga, lo que me indigna o lo que me divierte. No me impongo fechas límite -escribo cuando quiero. El lector también puede elegir -hay relatos mas extensos, otros mas cortos. Entre cuando quiera. Vivo orgullosa de quien soy, de donde vengo y hacia donde voy, aunque no sepa como llegar... La imagen que lo acompaña es El Laberinto, de la serie Mandalas de Procesos, de Thalía Cuadrado, psicóloga clínica y artista, que me honra con su amistad. Me pareció apropiado para acompañar este blog sin dirección, porque son muchas las veces que me he sentido en un laberinto. Afortunadamente, siempre salgo…

lunes, 20 de julio de 2020

Deprimirse










SE DEPRIME CUALQUIERA

La foto de la estufita de gas no es de los tiempos de María; es de hoy.  Estaba en el ejercicio de adelantar los procesos de limpieza, porque hoy se llevarían el agua a eso de la una de la tarde, cuando de pronto sentí el ruidito de la batería de la computadora que anuncia ese hecho que se repite con más frecuencia de la que quisiera: se fue la luz.  Eso, poco después de haber escuchado el mensaje de la gobernadora, que es un insulto a la tolerancia y paciencia de este pueblo.  En plena época pre primarias, ha hecho un mítin disfrazado de anuncio importante.  Para eso no era necesario hacer un anuncio público.  Bastaba emitir un comunicado de prensa indicando que estaría solicitando una sesión extraordinaria y enumerar los proyectos que se someterían, aunque evidentemente el propósito es ofrecer un catálogo de posibles soluciones a problemas que nos aquejan.

Creo que salvo las propias aseguradoras, que tienen el apoyo de ellas mismas, los pacientes y los proveedores de servicios médicos están hartos de los procesos burocráticos y abusivos que convierten en una pesadilla la obtención de servicios médicos, de laboratorio y las astronómicas sumas de los medicamentos.  Del mismo modo, todos los empleados públicos y pensionados quieren se garantice el pago  de sus pensiones. Para los afectados que perdieron sus viviendas por los terremotos, escuchar que se busca transferir sin costo propiedades es música –del género que se prefiera, claro- para sus oídos. Decir que se buscará la aprobación de proyectos que actúen como varita mágica para solucionar estos problemas tiene que haber sido una estrategia de un sagaz director de campaña que recuerda aquél chiste que a la afirmación de que algo no era cierto, respondió con sí, pero riégalo que nos conviene.

Las cosas no son tan simples como la gobernadora pretende hacernos creer.  De hecho, hay soluciones para algunos de los problemas planteados y otros que no, pero que están ahí, que no necesitan legislación y no se han ejecutado.  Es evidente que cuando se fue la luz, mi coraje, que ya estaba ahí, se puso en Hi.  Dentro de mi cabeza bullían los @#%&*!  Y ahí no queda todo.  Yo llevo dos o tres semanitas lidiando con un asomo de depresión.  En el fin de semana tuve experiencias hermosas, por separado, con dos de mis primas.  Ambas están experimentando situaciones fuertes, que retan a cualquiera, pero han salido adelante y me honro en decir que venimos de la misma estirpe.

Ayer particularmente, me sentía feliz, tras haber preparado un almuerzo para una de ellas.  Me embarqué en uno de esos proyectos que yo hago, en los que me empeño en hacerlo todo –el aperitivo, el plato principal y el postre –en esta ocasión una receta nueva.  Todo complementado con buen vino, claro.  La sobremesa fue una sesión terapéutica para ambas.  Se habló  de temas personales y de la situación del país, que como sabemos, está difícil por demás.  Una mira l@s candidat@s a puestos electivos y dan ganas de encerrarse en un cuarto y despertar el año que viene.  Pero pese a los temas escabrosos, esta mañana me desperté con la sonrisa del recuerdo de la agradable velada e incluí una nota sobre ello en mi  cuaderno diario de agradecimiento.

Y entonces el anuncio de Wanda, el apagón, mi mal humor agravado por el hecho de que tenía hambre, que es decir que me pongo como el famoso anuncio de Snickers  Seguí con la limpieza, pendiente de la hora en que el grifo dejaría de producir agua, como si fuera la carroza de Cenicienta que se convertiría en calabaza.  La luz no llegaba, así que decidí buscar mi estufita de gas para calentar algo de lo que sobró de ayer.  Puse a calentar arroz, cuando una vecina tocó a la puerta.  Me pidió un favor, pero en el proceso ella enlazaba un tema con el otro, cuando empecé a sentir un olor característico: arroz ahumado.  @#$%&*!

20 de julio de 2020


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