LA NOSTALGIA NAVIDEÑA
Llevo días,
por no decir que semanas, con un sentimiento indefinido, que entremezcla
tristeza, desgano, desazón, acrecentado por eso que se ha denominado Christmas blues. No es nada extraño caer
presa de estos sentimientos –es algo muy común.
En mi caso, pienso que se combina la incertidumbre personal con la
colectiva -el país está en tremenda encrucijada y muchos ni cuenta se han dado. El paso de los años ofrece la oportunidad de
pasar revista sobre nuestras vidas e inevitablemente, se repasan las
ausencias. Me invade un sentimiento de
culpa -que no ayuda en nada- cuando pienso en todas las bendiciones recibidas,
que son muchas.
Para
tratar de sacudir estos sentimientos, me embarqué en mis proyectos culinarios,
algo que siempre ayuda. Este año decidí
hacer el coquito de chocolate en vez de la variante de café que por años estuve
haciendo. También hice una receta
distinta de las bolitas de nueces, conocidas como snowball cookies. Esta vez
las hice de limón y almendras. Creo quedaron
muy dulces para mi paladar, pero han gustado.
Tal vez haga unos ajustes a la receta.
El majarete no sufrió alteraciones adicionales a las que ya había hecho
con la receta de Giovanna Huyke. Es un
postre que me recuerda mucho a mi mamá y a Madrinita. Creo que un medidor de cuán mal pueda estar
en cuanto a mis Christmas Blues es
ver que aún me impulso a hacer estas delicias.
Mi amiga
Carmencita me envió un arreglo navideño que me hizo recordar a mi amiga Leila,
quien solía enviarme arreglos para mi cumpleaños. El día de Nochebuena compartí
con Flor Negroni y su familia, algo que me brinda ese calor de hogar que no
depende de lazos de sangre. Me mantengo ligada a mi Buddy y sé que el afecto es
indisoluble. Hay sobrada evidencia de
que no estoy sola y aún, me invade este sentimiento que no he podido sacudir. Ojalá que este trío de manjares navideños,
como los Tres Santos Reyes, logren despejar esta nube que se cierne sobre
mi. Y si a ustedes se les asoma la misma
nube, espero que venga la brisa de la canción del ¡Fuá! y se la lleve.
Feliz rojiverde Navidad
sin blues.
26 de
diciembre de 2018
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