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Este blog tiene el propósito de compartir mis ideas que estoy segura son las de muchos. Escribo sobre lo que me enternece, lo que me intriga, lo que me indigna o lo que me divierte. No me impongo fechas límite -escribo cuando quiero. El lector también puede elegir -hay relatos mas extensos, otros mas cortos. Entre cuando quiera. Vivo orgullosa de quien soy, de donde vengo y hacia donde voy, aunque no sepa como llegar... La imagen que lo acompaña es El Laberinto, de la serie Mandalas de Procesos, de Thalía Cuadrado, psicóloga clínica y artista, que me honra con su amistad. Me pareció apropiado para acompañar este blog sin dirección, porque son muchas las veces que me he sentido en un laberinto. Afortunadamente, siempre salgo…

jueves, 11 de agosto de 2022

Sorprenderse

 


SORPRENDERSE

Tras el allanamiento de una de las oficinas del Departamento de Educación, en la Secretaría Auxiliar de Educación Técnica, el gobernador dijo ayer que no le sorprendía que se detectaran irregularidades en una operación de ese tamaño.  Eso me hizo pensar si a mí me sorprende.  Una parte de mí siente que sí, que todavía me sorprende y otra que no, que en realidad no me sorprende.  En cuanto a lo último, no me sorprende porque sabemos que hay una podredumbre entronizada en la gestión gubernamental.  Pese a que no es exclusiva del PNP –el PPD también tiene lo suyo- , lo cierto es que son los casos más frecuentes.  Desde Víctor Fajardo para acá, son varios los escándalos en las altas esferas de ese departamento.  No habíamos acabado de digerir la convicción de Julia Keleher, cuando nos enteramos de que al subsecretario y anterior comisionado electoral del PNP se le imputa haber querido inmiscuirse en la otorgación de premios a maestr@s, para que sólo l@s vinculad@s al PNP fueran l@s agraciad@s.

En uno de esos ejercicios de prestidigitación en el que el PNP ha demostrado maestría suprema, decidieron que el individuo podía pasar a ser subsecretario en el Departamento de Transportación y Obras Públicas.  Nada, que el individuo lo mismo educa que se involucra en los asuntos de nuestras maltratadas carreteras.  Que conste, que bajo la Ley de personal, no tiene derecho alguno a pasar de un puesto de confianza a otro en el mismo servicio, sino en todo caso a uno de carrera si lo hubiese tenido, pero claro, con menor remuneración.  Este acto es indicativo de lo mal que está nuestra administración del servicio público, donde parece que el principio del mérito que rige es el de cuánto se ha hecho por el partido, no cuánto puede aportar alguien a servir mejor al país.  Y ese ejercicio parece ser una variante del más reciente caso.

Según el reportaje de hoy, el individuo en cuestión era director de una escuela vocacional, que presumo era un puesto de carrera.  Luego de transitar por otros puestos, es nombrado por la que luego sería convicta, Julia Keleher, a dirigir Educación Técnica, que presumo es un puesto de confianza.  Posteriormente es nombrado gerente, en un puesto de carrera, pero seguía dirigiendo Educación Técnica.  Según el reportaje, hay unos cuestionamientos en cuanto a la validez de su puesto de carrera, porque al parecer el anuncio de la convocatoria se hizo en violación de la Ley electoral en cuanto prohíbe las transacciones de personal en periodos antes y después de las elecciones.

El asunto del recuento de su tránsito por diversos puestos de carrera es algo  que merece atención, porque esos puestos son, a ciertos niveles, de menor remuneración.  Tengo que pensar que cuando  la hoy convicta Keleher lo nombra al puesto de confianza, ello resultó en un incremento sustancial en su salario.  Como eso fue en el 2017, no llevaría tanto tiempo devengando altos ingresos.  ¿Y eso qué importa?  Bueno, a mí me intriga –y supongo debe intrigar al Secretario de Hacienda- cómo un empleado público con poco tiempo devengando un alto salario puede vivir en un penthouse –vamos no vive en el primer y cuasi modesto piso-  del condominio Parque de la Fuente.  Y eso podría tener explicación –tal vez se pegó en la Lotto, o su pareja tiene excelente salario o el apartamento lo recibió en herencia, pero yo Secretario de Hacienda le daría una miradita a esto.

Y ahora retorno al cuestionamiento inicial, como una pregunta shakespeariana -  ser o no ser sorprendida.  Pues esa parte que todavía se sorprende lo hace porque si yo fuera  gobernadora y anduviese pregonando por ahí que en mi administración no se tolera la corrupción, me sorprendería que un estrecho colaborador, en quien se ha depositado toda la confianza, fuera capaz de violar esa confianza.  Porque a mí me sorprendería que gente cercana incurriese en actos reprochables.  No se trata de emplead@s de niveles básicos, con pocos salarios, que hacen más comprensible –no justificable- sucumbir a la tentación.  Se trata de gente que no tiene necesidad –que lo que hacen lo hacen, como diría mi papá, por esmaya’os. Pero yo no soy gobernadora.

11 de agosto de 2022

 

 

 

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