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Este blog tiene el propósito de compartir mis ideas que estoy segura son las de muchos. Escribo sobre lo que me enternece, lo que me intriga, lo que me indigna o lo que me divierte. No me impongo fechas límite -escribo cuando quiero. El lector también puede elegir -hay relatos mas extensos, otros mas cortos. Entre cuando quiera. Vivo orgullosa de quien soy, de donde vengo y hacia donde voy, aunque no sepa como llegar... La imagen que lo acompaña es El Laberinto, de la serie Mandalas de Procesos, de Thalía Cuadrado, psicóloga clínica y artista, que me honra con su amistad. Me pareció apropiado para acompañar este blog sin dirección, porque son muchas las veces que me he sentido en un laberinto. Afortunadamente, siempre salgo…

domingo, 31 de julio de 2022

YTHLQMDLG

 



YO TAMBIÉN HAGO LO QUE ME DA LA GANA

 

Como ya he escrito bastante sobre Bad Bunny, pensé que volver a escribir sobre este fenómeno era redundar, pero como diría Luis Rafael Sánchez, cuando uno quiere redundar, redunda. Los tres conciertos llenos a capacidad en el Choliseo y las transmisiones en distintas plazas y sitios de reunión, dan cuenta de que esto no es algo pasajero; Bad Bunny vino para quedarse y a l@s que no nos gusta su estilo, vamos a tener que bregar con eso.  Y bregar con eso no está fácil.  En primer lugar, nos sale hasta en la sopa y somos obligad@s a escucharlo cuando hay grupos de personas en el vecindario cercano poniendo su música a un nivel que constituye  alteración a la paz, pero que no hay mucho que hacer porque no hay patrulla que venga a poner orden a las 2 o 3 de la mañana.

El género del reggaetón – mucho menos el trap no es de mi agrado, como no lo es la salsa o el jazz ese que no tiene melodía, o las composiciones de música “clásica” que son disonantes. Prefiero las baladas de Ednita o Kanny García, los boleros, la salsa de Gilbertito, el merengue de Juan Luis Guerra, los conciertos de violín o cello y por supuesto, las interpretaciones magistrales de Luciano Pavarotti.  Y precisamente eso es lo que tod@s deberíamos entender.  El hecho de que yo encuentre sublime a Pavarotti no quiere decir que lo ponga a todas horas, a alto volumen, para imponérselo a mis vecinos.  Es más, con todo lo que me gusta, no estoy oyéndolo todo el tiempo.  Si yo no le impongo a Pavarotti al vecindario, no veo por qué yo tenga que aceptar que me interrumpan mi sueño con el sonsonete característico del género, aunque por fortuna no se pueda entender a cabalidad la letra de las canciones.

Y las letras son otros veinte pesos.  De hecho, mi mayor objeción a Bad Bunny no es por el género de música que prefiere o porque no me guste su voz.  Me tiene sin cuidado su vestimenta, si se pinta las uñas, el abuso de las llamadas malas palabras o con quién o quiénes se acueste.  Lo que me incomoda es el lenguaje despectivo hacia la mujer, llamándola pu.. o el carácter violento de muchas de las letras o visuales en sus vídeos. Uno de ellos lo muestra en un residencial, simulando usar ametralladoras, rodeado de niños de 9 o 10 años encantados de ver a su ídolo.  Y sabemos – o por lo menos yo lo sé-  que peor que ver a Bad Bunny simulando tener una ametralladora es que muchos de esos niños han visto verdaderas balaceras con armas de diversos calibres.  Bad Bunny retrata lo que ve, pero no veo una lírica de denuncia, sino simplemente lo muestra y ahí lo deja.  Queda de nosotros poner el balance, informando a es@s niñ@s que esa no es la manera de resolver las situaciones.  Ajá –¿y l@s niü@s que no tienen quien les guíe?

Hoy hay una columna de la antropóloga Yarimar Bonilla en la que analiza la figura de Bad Bunny y compara la situación actual con la crítica que se le hacía a los Beatles.  Salvemos las distancias. Los Beatles escandalizaron por su ropa, por la reacción que causaban en las adolescentes y porque era vox populi que fumaban marihuana y probablemente experimentaban con otras cosas, pero las letras de sus canciones se han convertido en clásicas.  Basta recordar Yesterday, Michelle, Hey Jude y el clásico de John Lennon, Imagine. Y sí, en distintas épocas se ha criticado a diversos artistas que rompen con la norma, pero eso no le otorga validez a las letras explícitamente violentas y ofensivas.  Letras como esta:

 

A tu mujer en cuatro voy a ponerla

Chin…ndo y fumando un pasto de la Perla

Tu cara ya nadie va a reconocerla

 

O esta otra joya:

 

Yo soy de P fuckin’ R

Donde yo crecí la vida no vale na’

So, mejor que no te aferre

También tengo un pana que te mete

Y no le teme a que la policía lo encierre

Este es Puerto Rico, lugar de respeto

 

¡Respeto!  Es decir, el respeto se gana a la trágala y se pregona que aquí impera la ley de las armas largas.  ¿Y con qué cara se critica  la violencia que impera en Estados Unidos precisamente porque hay individuos armados hasta los dientes, sin mayores restricciones? Y las luchas por los puntos se retratan, pero no se dice más nada.

 

Yo soy de P fuckin R

Los maleantes con la R

Mejor que la boca cierre

Ante que los míos te entierren

 

Dice Yarimar Bonilla que “esto no es Verde Luz, pero esto es PFKNR”.  Pues para mí no es Verde Luz, pero mucho menos es PFKNR”.  Que la expresión es de un coraje que se lleva enredado al país.  No podemos andar por ahí encabronados con el mundo, que todo tiene su momento. Sigue diciendo Yarimar que “Benito nos devolvió una nueva imagen de país,; un lugar donde todos podemos hacer lo que nos dé la gana, donde no se censuran las palabras malas o el lenguaje inclusivo”.  Y más se ha escrito sobre el hecho de que Bad Bunny le dijo mamab… al gobernador y luego ha planteado que los gobernantes le han faltado el respeto al país.  No hay duda de ello.

Y si BB le dijo mamab… al gobernador porque le dio la gana, éste muy bien podría ripostarle más mamab… eres tú porque también le diera la gana.  Y dicho sea de paso, sería interesante estudiar la etimología de la palabreja y ver si el insulto refleja un pasado no muy inclusivo que digamos.  Entiendo la indignación que las respuestas post María, post terremotos, post pandemia, que LUMA y todas las calamidades de este gobierno que nos han llevado a pensar y hasta comentar por lo bajo que son todos unos cab…, pero no podemos- bueno de poder podemos, pero no debemos andar por ahí profiriendo insultos a diestra y siniestra, sin pensar en las consecuencias.  No todo el mundo hace un análisis sosegado de la realidad y podríamos terminar con un mundo más cínico e intolerante.

La intolerancia que se nos atribuye a generaciones anteriores que vemos con disgusto este culto desenfrenado al YHLQMDLG es otra cara de la intolerancia de los seguidores de BB a otras formas de pensar o de pedir que se  nos permita disfrutar del silencio.  En mi caso, he sido objeto de bromas por mi preferencia por los conciertos de música clásica. Yo no le impongo mi música a los seguidores de BB, pero tampoco quiero que ell@s me impongan la suya.  Que yo también hago lo que me da la gana cuando puedo y no me da la gana de quedarme callada para no parecer fuera de moda.

31 de julio de 2022


lunes, 25 de julio de 2022

Quo Vadis, Puerto Rico

 



¿QUO VADIS, PUERTO RICO?

Hace tiempo que quería escribir sobre esta sensación de que como país damos vueltas; damos pasos hacia adelante, luego hacia atrás y terminamos  cansados, hastiados, indiferentes, desilusionados, hartos o todas las anteriores, sin haber llegado a algún lado.  Los últimos años han puesto de manifiesto la situación colonial del país de manera inequívoca.  Primero, la imposición de una junta que toma decisiones por encima de los oficiales democráticamente electos y luego, de una manera clara e inequívoca, en la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos en el caso Sánchez Valle.  Su lectura duele, pero es una realidad.  Puedo entender que much@s ciudadan@s sigan aferrados a lo que una vez pensamos que era, pero que tristemente, descubrimos ya no es o peor aún, que nunca fue.  Se me hace un poco más difícil, en el caso de aquéllos que son abogad@s, legislador@s o ambos, que sigan aferrad@s a un pasado que con momentos luminosos, perdió pertinencia.

Imagino que esta resistencia a aceptar nuestra realidad colonial es algo así como la resistencia que much@s hemos tenido a enfrentar la realidad de que el matrimonio que pensamos era para toda la vida resulta que en un momento dado llega a su fin.  Nos preguntamos si alguna vez hubo verdadero amor, como much@s se preguntan si la creación del Estado Libre Asociado fue un engaño.  De hecho, los independentistas siempre plantearon que el ELA era una farsa.  Pero claro, ahora es fácil llegar a la conclusión de que el ELA era un espejismo y afirmar que Muñoz lo sabía.

Muchas veces me pregunté si mi ex en realidad me quiso, o si yo no vi las señales que estaban ahí desde aun antes de casarnos. Sin lugar a dudas, había unas características que apuntaban a que él y yo veíamos la vida de forma muy distinta, pero no quiere decir que no me amara –solo quiere decir que no me amó como yo quería que me amara y tardé unos ocho años en darme cuenta.  Porque me di cuenta –hay gente que se mantiene en una relación que no satisface a ninguno de los dos, esperando una transformación milagrosa, por no dar su brazo a torcer, por los hijos, por el qué dirán, por no “darle el gusto al otro o la otra” o estar en total negación. Algo así ocurre con el ELA.

Para algun@s, el ELA era un espejismo o peor aún, un vil engaño; para otr@s, algo susceptible de mejorarse y para otr@s como yo, algo que cumplió su misión en un momento crucial de nuestra historia y como el matrimonio que ya no funciona, es momento de dejar ir. Y ahí estamos, dando pasos para atrás y para adelante, en un momento crítico en el que los líderes tienen mucho de voluntariosos y poco de fuente de inspiración.  Resulta patético ver que el partido que fundó Luis Muñoz Marín se autodestruye, mientras que los que ostentan posiciones de poder se enfrascan en discusiones sin sustancia. Y los que ahora gobiernan están en otro nivel de negación, por lo que el país está sumido en este pantano del que parece no haber salida.

Por un lado, hay pugnas por asuntos del manejo de las crisis rutinarias, complicado por la operación de un sistema de energía en manos de LUMA –una compañía que llegó con la promesa de mejorar el sistema deficiente que había estado en manos de la Autoridad de Energía Eléctrica.  Más de dos años y varios miles de millones después, no vemos la luz al final del túnel.  Es más, el servicio se interrumpe con inusitada frecuencia y por razones que van desde vientos, falta de poda, equipos faltos de mantenimiento y hasta aves.  Los únicos que defienden el sistema son el gobernador, su círculo más cercano y por supuesto, la gerencia de LUMA. El problema de la politización en las agencias públicas parece no tener fin y se pone de manifiesto con las actuaciones del sub secretario de Educación, que tras actos dudosos de favorecer gente de su partido, pasa ahora a ser sub secretario del Departamento de Transportación y Obras Públicas, como si fuese lo mismo trabajar con programas educativos que con la infraestructura del país, que depende de conocimientos en ingeniería.

Las carreteras están hechas un desastre, los rótulos son inexistentes, hay escasez de vivienda asequible, los costos de medicinas, de comida, de gasolina, de materiales de construcción y muchos más son astronómicos.  Mientras tanto, la legislatura parece más interesada en ganar pequeñas batallas técnicas y tácticas, que en buscar un consenso que nos lleve a mejorar la calidad de vida de tod@s. Los que favorecen el ELA ni siquiera han producido un documento que valide su permanencia.  Los que favorecen la Libre Asociación no acaban de crear un nuevo partido que le de coherencia y forma a algo que podría ser una alternativa a la estadidad o la independencia.  De hecho, los propulsores de la estadidad no parecen haber adelantado nada con los seis cabilderos pagos con fondos públicos que pululan como almas en pena por la capital federal y los que favorecen la independencia están algo perdidos luego del triste suceso de cómo mal manejaron una queja dentro de su propio partido.

Mientras tanto, el país se mueve entre los actos escapistas de chinchorreo, de chismes de farándula o de asistencia a conciertos de sus artistas, incluyendo al fenómeno de Bad Bunny, que much@s no quieren analizar, por aquello de no verse passé. Es algo que merece examinar porque indudablemente, toda una generación está viendo algo que les hace sentido, sin importar el contenido violento y ofensivo hacia las mujeres de muchas de sus letras.  Es innegable que este chico arrastra multitudes, así que más vale que sepamos por qué.  La insatisfacción con lo establecido es evidente y no me cabe duda que explotó tras el paso del huracán María.

María sacó lo peor y lo mejor de nosotros. Acrecentó el oportunismo, la incompetencia y las influencias indebidas, pero también despertó aún más el deseo de ayudarnos unos a otros.  Despertó la indignación que un nefasto chat nos llevó a sacar a un gobernante inmaduro, oportunista e incompetente. Esa gesta es evidencia fehaciente de lo que somos capaces de lograr cuando tenemos un propósito común que hoy parece se nos escapa de las manos.  Hemos vuelto a ser indiferentes y derrotistas, casi tirando la toalla ante esta mala administración del país, como si no valiese la pena luchar.

La generación que creó la Constitución que hoy cumple 70 años se enfrentó a un país sumido en la miseria y la desesperanza, cuyos habitantes en su gran mayoría no pasaban de grados en escuela elemental.  Esa generación creó algo nuevo, algo que hasta entonces era impensado. ¿Cómo no vamos a ser capaces de salir de este marasmo en el que estamos sumid@s, ahora que tenemos mejor educación y mayores adelantos tecnológicos?  Hay quien se desespera, porque no ve progreso.  Yo me mantengo aferrada a la fe de que un Puerto Rico mejor es posible, aunque yo no llegue a verlo.  No se trata de trabajar sólo para nosotr@s mism@s. Se trata de trabajar por el futuro nuestro y de los que vendrán. No me cabe la menor duda de que lo podemos hacer.

25 de julio de 2022